Desde hace nueve años David Beckham tiene un plan: construir un estadio de fútbol modelo en la ciudad de Miami. Para ello se asoció con dos desarrolladores locales, Jorge y José Más. Juntos crearon Inter Miami, y ahora construirán un estadio de fútbol cerca del aeropuerto internacional de Miami.
El proyecto es incluso más amplio que el estadio, que tendrá asientos para 40 mil fanáticos. Se trata del llamado Miami Freedom Park, un complejo que además del estadio contará con un centro comercial, restaurantes, hotel, oficinas, estacionamientos y canchas de fútbol para uso no profesional, además de un parque público de 23 hectáreas. Todo esto se construirá sobre lo que actualmente es un campo de golf que pertenece a la ciudad de Miami.
El camino no fue sencillo. Las negociaciones fueron arduas, pero cerca de las diez de la noche de ayer, con cuatro votos a favor y uno en contra, la comisión de la ciudad de Miami aprobó el convenio con el grupo de Beckham, un proyecto apadrinado desde el primer día por el actual alcalde de la ciudad, Francis Suarez.
El contrato de alquiler es de 99 años. Los inquilinos pagará un mínimo de 4.3 millones de dólares al año en concepto de renta (una cifra que se espera aumente después de una re-evaluación del mercado inmobiliario que se acordó realizar, y que irá incrementando año a año dependiendo de los valores del mercado entre un 3 y un 5 por ciento). El 100% del costo de la construcción correrá por parte del grupo Beckham y sus inversores, sin que la municipalidad de Miami gaste un solo centavo del dinero de los contribuyentes. Esto lo hace un acuerdo histórico, ya que es la primera vez que se llega a un convenio de este tipo para un centro deportivo en los Estados Unidos. Esta misma semana la legislatura de Nueva York aprobó invertir 600 millones de dólares en la construcción de un estadio en Buffalo, por ejemplo.
Además, el grupo Beckham se comprometió a dar 20 millones de dólares para la construcción de cinco nuevos parques en la ciudad para evitar que se pierdan espacios verdes. El actual campo de golf es de 29 hectáreas: si se completa el proyecto, la ciudad tendrá más de 60 hectáreas de parques nuevos.
Otro de los puntos negociados por la comisión de Miami es el porcentaje que la ciudad recibirá de las ganancias que genere el Miami Freedom Park. Una vez que esté funcionando, deberán dar al año un 6% de lo ganado a la ciudad.
Pero más allá de lo que los inversores privados puedan ofrecer a la ciudad de Miami, el Miami Freedom Park será un motor económico de la zona, creando miles de empleos, que por contrato deberán pagar un mínimo de 18 dólares la hora, muy por encima del salario mínimo de la Florida que es de 10 dólares la hora.
Si bien fueron años de negociaciones, las últimas horas estuvieron cargadas de dramatismo. Por momentos no estaba claro si los comisionados darían los cuatro votos a favor del proyecto (cuya negociación había sido llevada a la boleta en 2020 y había sido aprobada por el 60% de los votantes). Finalmente, el voto final se vivió como una fiesta en la comisión de Miami, donde fanáticos del Inter salieron a celebrar.
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