El Interamerican Institute for Democracy (IID) organizó este jueves el foro “Freedom of the press in the Americas” (”Libertad de prensa en las Américas”), que se llevó a cabo este en la Universidad Internacional de Florida.
El foco del evento estuvo puesto en el trabajo de la prensa en la región y, sobre todo, en la libertad de prensa, tan difícil de ejercer en países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, gobernados por las dictaduras de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel, respectivamente.
El periodista nicaragüense Carlos Chamorro describió la profunda crisis que atraviesa su país bajo el régimen de Daniel Ortega. “El asalto a la sede de la OEA en Managua no es un hecho aislado, sino que forma parte de una escalada mayor. En los últimos tres meses, se produjo la expulsión del Nuncio apostólico, fue declarado non grato el embajador de Colombia, se le impidió ingresar al embajador de España (...). Hay más de 170 presos políticos, de los cuales 40 se encuentran bajo el régimen de aislamiento y tortura”, manifestó.
Respecto a los medios de comunicación, sostuvo que “hay más de 100 periodistas en el exilio, otros están condenados en la cárcel y más de 50 han sido sometidos a un proceso de investigación criminal”. Y siguió: “Hay persecución contra la Iglesia Católica, la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos”.
“Estamos hablando de la naturaleza de un poder totalitario. Ocho universidades privadas han sido confiscadas y el régimen mantiene una represión feroz contra el movimiento estudiantil”, consignó Chamorro; al tiempo que señaló: “Lo que diferencia al régimen de Ortega con el de Cuba y Venezuela es la relación con la economía privada, que en Nicaragua sigue ligada al sector empresarial. La economía no colapsa por el dinamismo del sector privado. No es un modelo de estatización socialista. La familia Ortega tiene 27 empresas de distintos rubros manejadas por una red de testaferros”.
Luego dijo que en Nicaragua “enfrentamos una dictadura totalitaria cuya impunidad representa un problema para los otros países de la región”. Y volvió a referirse al rol de la prensa en el país: “Nuestra primera tarea fue nombrar a las víctimas de la represión. Los periodistas tomamos partido al lado de las víctimas para promover una agenda de verdad y justicia. Una agenda que hoy demanda la liberación de todos los presos políticos y la anulación de todos los juicios espurios”.
“Hoy se practica en Nicaragua un periodismo colaborativo. El desafío es seguir haciendo un periodismo de calidad. Quiero apelar a la prensa internacional para que mantenga el interés sobre lo que pasa en Nicaragua”, concluyó.
Por su parte, Ricardo Trotti, director de la Sociedad Interamericana de Prensa, expresó su solidaridad a Carlos Chamorro por “la dificultad que tiene la prensa en su país y por su historia familiar, con su padre asesinado en la época de Somoza”. Y subrayó: “Los problemas de libertad de prensa son acuciantes en toda América. Estamos ante un panorama desolador”.
La periodista mexicana Martha Ramos describió la situación en su país y dijo que “el clima de descomposición es evidente”. Señaló como un “factor determinante que los poderes ataquen a los periodistas”.
La comunicadora denunció los ocho asesinatos de colegas en la nación en los últimos meses y el “tono burlón” del presidente López Obrador contra la prensa. “Esta actitud de que los periodistas son el enemigo a vencer nos pone en una situación muy vulnerable”, subrayó.
El periodista argentino Daniel Dessein dijo que en la nación “hace 25 años que no tenemos periodistas asesinados. El único periodista asesinado en democracia fue José Luis Cabezas. Ese fue un límite que no pasó más. La muerte de Cabezas salvó muchísimas vidas de periodistas y nos distinguió de lo que sigue pasando en muchos países del continente”, destacó.
Hizo un repaso por la situación de la libertad de prensa en Argentina y valoró los avances en esa materia bajo el gobierno de Mauricio Macri. Respecto al actual gobierno kirchnerista, lamentó que “el acoso judicial al periodismo se transformó en un factor de presión contra periodistas. No se llega a condenas, no hay periodistas presos sino periodistas amenazados”, detalló.
“En Argentina, como en todo el mundo, la prensa salió muy golpeada por la pandemia. Es tan frágil la situación que el elemento de presión económica tiene una efectividad extraordinaria”, remarcó.
Preguntados por Trotti sobre la credibilidad del periodismo en México y Argentina, Ramos destacó que en su país “se está haciendo mejor periodismo que antes” y que “no se puede generalizar sobre si la prensa es creíble o no”; mientras que Dessein subrayó “el hartazgo de la sociedad” y la “necesidad de seguir haciendo más y mejor periodismo para saltar la grieta”.
Jorge Ramos contó que de joven no quería hacer periodismo. Y luego, tras un viaje de urgencia a Washington, narró que se dio cuenta de que “quería estar en los lugares que cambiaban el mundo y entrevistar a las personas que quieren cambiar el mundo”.
“La misión del periodista es retar y confrontar a los que tienen el poder. Se debe reportar la realidad como es, nuestra credibilidad depende de eso. Hay que ser muy precisos con los datos. Esa es nuestra principal responsabilidad y nuestro trabajo es cuestionar a los que tienen el poder. Siempre estar del otro lado de los que tienen el poder”, narró.
Preguntado sobre su experiencia de entrevistar a Maduro, expresó: “Él no es un presidente, es un dictador. Yo no estaba hablando con un líder legítimo, sino que estaba hablando con un dictador. De eso nunca tuve dudas. Tras la entrevista, su gente de seguridad nos robó los equipos y nos detuvo. Si eso le pasa a un equipo internacional de noticias, imagínate lo que le pasa a los periodistas venezolanos. El dictador hizo conmigo lo que hace siempre: censurar y encarcelar”.
Respecto a la prensa en Estados Unidos, dijo que “hay libertad de expresión” pero “el peligro es que el sistema democrático desaparezca por Donald Trump y sus seguidores”. Hizo una crítica de su presidencia y comentó que le gustaría volver a entrevistarlo pero “no se deja”.
Sobre la actualidad de México, narró que el presidente López Obrador controla la agenda del país con las famosas “Mañaneras”. “El problema es que creó un ambiente en contra del periodismo independiente. El peligro de todo esto es que ocurre en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo”, denunció.
La periodista venezolana Luz Mely Reyes le preguntó cómo Maduro aceptó la entrevista sabiendo el estilo de Ramos. “Él necesitaba una entrevista, enviar un mensaje al exterior. Creía que iba a ganar él la entrevista y por eso la aceptó”, respondió el famoso comunicador.
La presentadora de América Tevé Marián de la Fuente comenzó su intervención diciendo que el periodismo ha evolucionado mucho en los últimos años. “La gran base del debate de hoy es qué ha pasado con la objetividad, si alguna vez existió, que está en franca decadencia”, indicó.
“El periodismo en la última época tomó un papel de activismo que no corresponde”, dijo; al tiempo que se refirió al “problema de los grandes monopolios en los medios de comunicación”.
Luego mostró un video en el que analizó el rol del periodismo. “El proceso de globalización ha llevado a una concentración de medios a nivel mundial y local”, expresó de la Fuente; y recalcó la existencia de una “manipulación descarada de la información”.
Daniel Hadad, fundador y CEO de Infobae, comenzó su exposición con un número: 2757. “Son los días que Infobae lleva bloqueado en Venezuela”, recordó.
“Después de lo que uno oye y ve de lo que ocurre en otros países, tenemos que decir que somos privilegiados”, expresó; al tiempo que destacó que Infobae pone mucho el foco en lo que sucede en la región: “Eso nos trajo problemas. Hemos tenido que sacar periodistas de Venezuela por ejemplo”.
Hadad hizo una breve reseña sobre la historia de Infobae, medio fundado en 2002. “Cuando yo nací, la gente estaba detrás de un diario de papel, todo el mundo usaba traje y corbata, todo el mundo tenía un diario de papel en la mano. Y no pasó tanto. Este es el mundo de hoy (mostró una imagen de gente con sus teléfonos celulares)”.
“Cuando empezamos Infobae pensábamos en la gente leyendo las noticias en sus computadoras de trabajo. Hoy el celular está pegado a nosotros. Es un fenómeno sociológico, pero para los que trabajamos en medios de comunicación es una oportunidad”, recalcó.
“Infobae es un medio que trabaja con un tablero en cada redacción en el que vemos cómo nos está leyendo Google”, contó sobre la forma de trabajo del medio; al tiempo que destacó: “Los medios tenemos que buscar la audiencia. La gente no va a venir a nosotros”.
“La gente quiere saber el por qué, el qué pasó lo puede saber cualquiera con un teléfono celular. El periodismo tiene que relacionar hechos”, subrayó Hadad. Y añadió: “Un gran cambio en Infobae se dio el día en que nos dimos cuenta de que la gente quiere más historias”.
Respecto a los números, en marzo pasado Infobae tuvo 97,6 millones de usuarios. En febrero de 2022, contó con poco más de 50 millones de visitantes únicos, arriba de El País.
“Nuestra estrategia es hacer periodismo. Hay que hacer periodismo que sorprenda, que emocione, que haga pensar”, destacó.
Respecto a la invasión rusa en Ucrania, Hadad contó que Infobae envió dos equipos y mostró videos en los que se ven a los periodistas Joaquín Sánchez Mariño y Román Lejtman en plena cobertura. “Además de videos, la gente quiere ver fotos. Esa es otra tendencia que notamos”, siguió; al tiempo que señaló: “Nosotros enviamos a dos muy buenos fotógrafos. Hay imágenes que dicen todo”.
Por último, resaltó que las ideas fuerza de Infobae son tres: denunciar cuando se violan los derechos humanos, el cuidado del planeta y la inclusión y el respeto por la diversidad de género.
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