Estados Unidos aún no ha enviado las invitaciones formales para asistir a la Cumbre de las Américas de junio, pero remarcó que estarán incluidas “todas las democracias” de la región, por lo que es “improbable” que formen parte las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Así lo indicó el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, en una conferencia telefónica con un pequeño grupo de periodistas para comentar el encuentro regional que tendrá lugar del 6 al 10 de junio en Los Ángeles (California).
“La Casa Blanca invitará a todos los gobiernos democráticos de la región a la cumbre”, comentó Nichols, a la vez que aclaró que todavía no se habían enviado las invitaciones formales.
No obstante, reconoció que es “improbable” que los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua se encuentren entre los invitados.
Respecto a Venezuela, Nichols subrayó que Estados Unidos no considera a Maduro “un gobernante democrático”, pero eludió precisar si invitará al opositor Juan Guaidó, a quien Washington aún reconoce como presidente interino del país caribeño.
Nichols se limitó a señalar que el gobierno de Joe Biden tiene “un gran respeto” por el gobierno interno de Guaidó.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo el lunes que Estados Unidos estaba planeando excluir a la isla caribeña de los preparativos de la Cumbre de las Américas, un revés reciente en las relaciones bilaterales después de que ambos tuvieron la semana pasada un primer contacto de alto nivel para tratar asuntos migratorios.
Las relaciones se han mantenido tensas con el régimen de Miguel Díaz-Canel bajo el presidente estadounidense, Joe Biden, cuya administración ha denunciado una serie de violaciones a los derechos humanos contra residentes en la isla que protestaron masivamente en las calles en julio del año pasado contra la dictadura castrista.
Este martes el gobierno norteamericano reveló que solicitó a la dictadura castrista aceptar a los cubanos que deporte de su territorio a cambio de avanzar en la tramitación de visados. Una funcionaria de alto rango de la Administración estadounidense dijo en una llamada con periodistas que las conversaciones migratorias de la semana pasada en Washington entre ambas partes fueron “productivas”.
“Creo que es el comienzo de un buen diálogo”, consideró.
Por otro lado, la funcionaria estadounidense indicó que el Gobierno de su país “ha animado” a Nicaragua, por donde pasan “un gran número” de cubanos en su periplo hacia el norte, que ayude a Estados Unidos a abordar este fenómeno a través de “políticas de visados”, sin ofrecer más detalles.
No obstante, Washington también ha sido cada vez más crítico con el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, quien se proclamó ganador de las elecciones del pasado mes de noviembre para un cuarto mandato consecutivo tras haber encarcelado a los principales políticos opositores, activistas y periodistas, y haber tomado medidas enérgicas contra los medios más críticos.
Bajo el lema “Construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, la cumbre se centrará en los crecientes flujos migratorios en la región, pero también tratará la crisis climática, la transición hacia energías limpias y el crecimiento económico equitativo y el papel de la sociedad civil y los medios independientes, según la Casa Blanca.
Semanas atrás Biden nombró a sus dos asesores especiales para la cumbre: el ex senador estadounidense Christopher Dodd, con quien el presidente trabajó en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado durante más de 28 años; y la ex congresista, de origen ecuatoriano, Debbie Mucarsel-Powell.
Mucarsel-Powell es reconocida por apoyar a los refugiados venezolanos que abandonan su país, pidiendo para ellos un estatus de seguridad temporal, amparo migratorio y permiso para trabajar.
La IX Cumbre de las Américas será la segunda organizada por Estados Unidos después de la edición original en Miami en 1994.
Hasta ahora se han realizado ocho cumbres ordinarias: Miami (1994), Santiago de Chile (1998), Québec (Canadá, 2001), Mar del Plata (Argentina, 2005), Puerto España (Trinidad y Tobago, 2009), Cartagena de Indias (Colombia, 2012), Panamá (2015) y Lima (2018).
(Con información de EFE y Reuters)
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