La amenaza de que Rusia pueda utilizar armas nucleares tácticas o de bajo rendimiento en Ucrania no puede tomarse a la ligera, pero la CIA no ha visto muchas pruebas prácticas que refuercen esa preocupación, dijo el jueves el director de la CIA, William Burns.
En un discurso pronunciado en Georgia Tech, Burns se refirió a la “potencial desesperación” y a los reveses militares que el presidente ruso Vladimir Putin y su gobierno han sufrido desde que trasladaron fuerzas a Ucrania el 24 de febrero.
Por esas razones, “ninguno de nosotros puede tomar a la ligera la amenaza que supone un posible recurso a las armas nucleares tácticas o de bajo rendimiento”, dijo Burns.
Dicho esto, pese a las “posturas retóricas” del Kremlin sobre la puesta en alerta máxima del mayor arsenal nuclear del mundo, “no hemos visto muchas pruebas prácticas del tipo de despliegues o disposiciones militares que refuercen esa preocupación”.
Burns hizo sus comentarios en respuesta a una pregunta del ex senador estadounidense Sam Nunn, uno de los principales defensores del control de armas, al final de su primer discurso desde que asumió la dirección de la principal agencia de espionaje de Estados Unidos en marzo de 2021.
En un amplio discurso, el ex diplomático de carrera estadounidense dijo que las agencias de espionaje de Estados Unidos comenzaron a recopilar el pasado otoño boreal información “inquietante y detallada” sobre un plan de Putin para una “nueva gran invasión” de Ucrania.
Putin se ha “cocido” en el agravio, la ambición y la inseguridad y vio que la “ventana se estaba cerrando para dar forma a la orientación de Ucrania” lejos de Occidente, dijo Burns, que llamó al líder ruso un “apóstol de la venganza”.
La inteligencia estadounidense ha sido vital en la lucha de Ucrania contra las fuerzas rusas, dijo Burns, cuyos cargos diplomáticos incluyeron uno como embajador de Estados Unidos en Moscú.
Los “crímenes” que dijo que cometieron esas fuerzas en la localidad ucraniana de Bucha son “horrorosos”.
Rusia, que ha negado repetidamente haber atacado a civiles desde la invasión, calificó las acusaciones de que sus fuerzas ejecutaron a civiles en Bucha mientras ocupaban la ciudad como una “falsificación monstruosa” destinada a denigrar al ejército ruso. El Kremlin dice que lanzó una “operación militar especial” para desmilitarizar y “liberar” a Ucrania de los extremistas nacionalistas.
Por otra parte, el ex primer ministro ruso Dmitri Medvedev afirmó este jueves que si Finlandia o Suecia se unen a la OTAN, Rusia va a reforzar su contingente militar, incluyendo armas nucleares en el mar Báltico, cerca de Escandinavia.
En caso de adhesión, “las fronteras de la Alianza con Rusia se multiplicarían por dos. Y va ser necesario defender estas fronteras”, reveló el actual número dos del Consejo de Seguridad de Rusia en un mensaje por Telegram.
“En este caso, ya no se podría considerar un Báltico no nuclear”, agregó evocando también el despliegue de infantería y de sistemas de defensa antiaéreos en el noroeste de Rusia y de fuerzas navales en el Golfo de Finlandia.
En referencia a la población de Finlandia y de Suecia, el funcionario estimó que “nadie en su sano juicio (...) puede querer un incremento de la tensión en sus fronteras y tener al lado de su casa (a misiles) Iskander, (misiles) hipersónicos y navíos con armas nucleares”.
Finlandia, que comparte una larga frontera con Rusia y tiene una historia complicada con su vecino, y también Suecia, sopesan entrar a la OTAN tras la ofensiva rusa contra Ucrania.
(Con información de Reuters y AFP)
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