A primera hora de la mañana de hoy miércoles, una mujer de 41 años, residente del barrio Pequeña Haití, en la ciudad de Miami, recibió oficialmente dos cargos por homicidio en primer grado por la muerte de sus dos pequeños hijos, después de que los menores fueran declarados muertos en horas de la noche de ayer.
Se trata de Odette Lysse Joassaint, quien vive en un apartamento ubicado al 100 de la calle 75 del noreste de la ciudad de Miami. Según informó la policía de la ciudad, Joassaint llamó insistentemente a la línea de emergencias 911 anoche, a partir de las 8 de la noche hora local de Miami. Pero en las repetidas ocasiones colgaba el teléfono sin decirle nada al operador. Por geolocalización de la llamada, la policía supo dónde se encontraba la mujer y se dirigieron hasta allí.
Al llegar, la encontraron frente a su apartamento, en un estado completamente irracional, y lo único que le dijo a los oficiales fue: “Llévenselos, no los quiero más”.
“Los oficiales encontraron a una mujer que parecía estar enojada o pasando una intensa crisis”, declaró el vocero de la policía de la ciudad, Michael Vega, quien además confirmó que Joassaint es la única sospechosa en el caso y que ya se le impusieron formalmente cargos.
Con la mujer aparentemente alucinando, los oficiales ingresaron al hogar y encontraron en un cuarto a dos menores atados en las piernas, brazos y cuellos, en posición boca abajo. De inmediato acudieron a soltarlos pero los niños no respondían ante ningún estímulo ni a los intentos de reanimación. Fueron declarados muertos en la escena.
Según el reporte policial, Joassaint declaró a la policía que sus hijos estaban sufriendo y que muertos sufrirían menos. También confesó haber atado a los menores y haberlos ahorcado con una cinta de color rojo. Durante las horas que duró el interrogatorio, Joissaint reiteró en varias oportunidades que estaba atravesando una difícil situación financiera.
La prensa local de Miami llegó al lugar de los hechos y se encontró con un hombre que se identificó como el padre de los niños que confirmó que los menores eran Laura Belval, de 5 años y Jeffrey Belval de 3 años. No se sabe hasta el momento si el padre vivía también en ese hogar o qué tipo de relación lo unía a Joassaint.
En su declaración a la prensa, el padre de los niños aseguró que tenía miedo por el bienestar de sus hijos y que había denunciado a la madre ante el Departamento de Niños y Familias, pero las autoridades de dicho departamento aún no han confirmado esto.
Los cuerpos de los niños serán investigados en una autopsia para confirmar si efectivamente murieron por estrangulamiento como confesó la madre.
De ser encontrada culpable por asesinato en primer grado agravado, Joissaint puede enfrentar una pena de cárcel de por vida o hasta una condena a pena de muerte.
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