Un hombre que era buscado en relación con el ataque en una estación de metro de Brooklyn que dejó 10 personas heridas fue arrestado el miércoles y acusado de cargos de terrorismo, informaron autoridades.
El fiscal federal para el distrito este de Nueva York, Breon Peace, anunció el cargo contra Frank R. James, de 62 años, en una conferencia de prensa el miércoles por la tarde. James fue detenido en el vecindario East Village de Manhattan poco antes.
James está acusado del ataque del martes en un tren en plena hora pico. Cinco de las personas baleadas se encontraban en estado crítico, pero se espera que sobrevivan. Al menos una docena más fueron atendidas en hospitales por heridas de bala, inhalación de humo y otras afecciones.
Los investigadores habían anunciado el martes por la tarde que estaban buscando a James, quien se creía que había alquilado una camioneta posiblemente relacionada con el ataque. El miércoles por la mañana, las autoridades de Nueva York lo señalaron como el principal sospechoso del tiroteo.
Las autoridades habían pedido la cooperación ciudadana, y ofrecieron 50.000 dólares de recompensa por toda información que llevará a su detención.
Su tarjeta de crédito y las llaves de la camioneta que había alquilado fueron encontradas en el lugar del ataque.
James había publicado varios videos en YouTube en los que aparece dando largas, y a veces agresivas, arengas políticas y críticas al alcalde de Nueva York, Eric Adams. Su página había sido cerrada el miércoles por “violar las directrices” de YouTube.
Adams pidió a los ciudadanos que estén “vigilantes”, pero dijo que no hay pruebas de que el tirador tuviera un cómplice: “Parece que actuó solo”, dijo.
La hermana de James, Catherine James Robinson, dijo al diario The New York Times que estaba “sorprendida” de ver a su hermano considerado como el sospechoso. “Nunca pensé que podría hacer algo así”, reconoció, tras precisar que hace tiempo que no tiene contacto con él.
El metro presentaba el miércoles un “servicio normal” y “completo en todas las líneas después de que la NYPD (Policía de Nueva York) completó su investigación”, dijo la autoridad de tránsito de la ciudad, de casi nueve millones de habitantes.
Pero en algunos usuarios cundía el miedo.
“Estaba reticente y esperé 20 minutos para conseguir un taxi y no llegó ninguno y Uber costaba como 60 dólares, por lo que me dije ‘es ok, me arriesgaré en el metro’”, dijo a la AFP Zeina Awedikian, de 38 años.
“Mucha gente que vive lejos no tiene elección. Depende del metro, no puedes dejar de tomarlo, independientemente de que haya un incidente o no”, dijo por su parte Daniela, de 29 años, originaria de Bosnia, que reconoce que no puede evitar pensar “que un día puede que no vuelva a casa con mis hijos”.
Pero otros se mostraron más desafiantes, como Dennis Sughrue, un neoyorquino de 56 años: “Nadie me va a hacer desistir del metro. El metro está en mi ADN y me siento más comprometido que nunca con Nueva York y con el metro”, dijo a la AFP emergiendo de uno de los nudos neurálgicos del metro neoyorquino en Grand Central Station.
Armado con una pistola, el sospechoso realizó 33 disparos, dijo el jefe de policía de Nueva York, James Essig. La policía encontró una pistola Glock 17 de 9 mm, tres cargadores de municiones adicionales y un hacha.
“Lo que se ve es como una bomba de humo, humo negro que estalla, y luego... la gente (que) se abalanza hacia la parte de atrás”, describió para la CNN una de las víctimas de los disparos, Hourari Benkada, refiriéndose a la estampida de los pasajeros hacia la puerta del final del vagón.
“Fui empujado y ahí fue cuando recibí un balazo en la parte posterior de mi rodilla”, dijo.
Benkada dijo que se subió al primer vagón en la calle 59 y se sentó al lado del sospechoso. Pero al estar usando auriculares no se dio cuenta de nada hasta que el vagón empezó a llenarse de humo.
Investigadores federales determinaron que la pistola utilizada en el ataque fue adquirida por James en una casa de empeño —con un comerciante de armas con licencia— en la zona metropolitana de Columbus, Ohio, en 2011, informó un policía que no estaba autorizado para comentar sobre a investigación y lo hizo bajo condición de anonimato.
El camión fue hallado, desocupado, cerca de una estación donde los investigadores determinaron que el agresor había ingresado al sistema de metro. No se encontraron explosivos o armas de fuego en el camión, señaló un agente. La policía encontró otros objetos, incluidas almohadas, lo que indica que el hombre podría haber estado durmiendo en el vehículo o planeaba hacerlo, añadió el agente.
Los investigadores creen que James condujo desde Filadelfia el lunes y han revisado los videos de las cámaras de seguridad, y uno de ellos muestra a un hombre que coincide con su descripción física que sale del camión el martes temprano, de acuerdo con el agente. Otro video muestra a James entrando a una estación de metro de Brooklyn con una mochila grande, agregó.
Nueva York viene registrando este año un aumento de los tiroteos y el repunte de los delitos violentos. Hasta el 3 de abril, los incidentes con armas se elevaron a 296, contra 260 en el mismo período del año pasado, según las estadísticas de la policía.
Leyes laxas y el derecho constitucional a portar armas han complicado los intentos de poner coto a la proliferación de armas en manos privadas en Estados Unidos, pese a que la mayoría de los estadounidenses son partidarios de un mayor control.
(Con información de AFP y AP)
Seguir leyendo: