La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó este martes la segunda dosis de refuerzo de las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTech y de Moderna para los mayores de 50 años y algunos inmunodeprimidos.
La segunda vacuna de refuerzo puede comenzar a administrarse cuatro meses después de la primera.
Hasta ahora, la FDA había autorizado la cuarta dosis sólo para mayores de 12 años con sistemas inmunitarios debilitados. La agencia dijo que este grupo especialmente frágil también puede recibir un refuerzo adicional.
La última ampliación, independientemente del estado de salud de las personas, permite que millones de estadounidenses reciban una vacuna adicional. Se espera que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se pronuncien al respecto.
La decisión llega en un momento de gran incertidumbre. Los casos de COVID-19 han descendido a niveles bajos tras la oleada durante el invierno boreal de la variante Ómicron. Los datos de los CDC indican que dos dosis de la vacuna más un refuerzo siguen proporcionando una fuerte protección contra la enfermedad grave y la muerte.
Sin embargo, una subvariante de Ómicron está provocando un preocupante aumento de las infecciones en Europa y en Estados Unidos, que coincide con un estancamiento en los niveles de vacunación. Aproximadamente dos tercios de los estadounidenses están completamente vacunados, y la mitad de los que pueden recibir un primer refuerzo no lo han hecho.
Pfizer había pedido a la FDA que autorizara una cuarta vacuna para las personas de 65 años o más, mientras que Moderna solicitó otra dosis para todos los adultos “para dar flexibilidad” al gobierno a la hora de decidir quién la necesita realmente.
Las pruebas son limitadas para saber qué beneficio podría ofrecer otro refuerzo en este momento. La FDA tomó la decisión sin el aporte de su panel independiente de expertos.
Las autoridades sanitarias estadounidenses se fijaron en Israel, que durante la ola de Ómicron aprobó una cuarta dosis para los mayores de 60 años al menos cuatro meses después de su última inyección. Los datos preliminares publicados en Internet la semana pasada sugieren algún beneficio: los investigadores israelíes reportaron 92 muertes entre más de 328.000 personas que se aplicaron la vacuna adicional, en comparación con 232 muertes entre 234.000 personas que evitaron la cuarta dosis.
(Con información de EFE y AP)
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