Las vacaciones de primavera se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para la ciudad balnearia quizás más famosa de los Estados Unidos: Miami Beach.
Este fin de semana, dos tiroteos que dejaron un total de cinco personas heridas, y un ambiente hostil contra los policías llevaron a las autoridades locales a determinar que sólo los locales podrán transitar entre la medianoche y las seis de la mañana, el jueves, viernes y sábado, en el cuadrante compuesto por la bahía y la playa, desde el límite sur de Miami Beach hasta la calle 23.
Los tiroteos del fin de semana llegaron después de que el sindicato de policía de Miami Beach se quejara en redes sociales posteando un video en el que aseguran se nota el maltrato de muchos turistas a los oficiales de policía.
“El video es solo un mínimo momento del peligro que enfrentamos a diario con esta cantidad de gente. Los oficiales están exhaustos. La fiesta tiene que terminar. Los oficiales de la ciudad tienen que tomar acción inmediata y firme por el bienestar de nuestros oficiales y residentes”, indicó la policía en su cuenta de Twitter.
Y las autoridades decidieron declarar el toque de queda para este fin de semana, dejando la puerta abierta para que también se apruebe el próximo fin de semana (las vacaciones de primavera duran todo el mes de marzo, ya que en diversos estados es en distintas semanas).
Pero el sindicato ha pedido más. Ha pedido que se contraten más oficiales, como primera medida.
“La realidad es que, al final del día, necesitamos que contraten más oficiales. Con el ambiente en el que vivimos me preocupa que los oficiales que ya tenemos se vayan”, dijo a la prensa local Paul Ozaeta, presidente del sindicato de policías de Miami Beach.
Opinión que comparten algunos comerciantes del área.
“El problema no son solo las vacaciones de primavera. Esto nos da más visibilidad, pero la situación ha estado tensa por meses. La playa ya no es lo que era. Hay mucha violencia. Somos el destino elegido por todo el país para vacacionar, y si nos convertimos en un lugar peligroso perderemos nuestra esencia, lo que nos da de comer. Necesitamos más policía”, dijo a Infobae Gustavo Creole, dueño de un restaurante sobre la avenida Collins, en South Beach, quien asegura que su negocio no sobreviviría sin el turismo.
“El toque de queda es un primer paso. Pero no me olvido de lo que pasó el año pasado, la violencia escaló. Esto se puede poner peor, y puede que necesitemos medidas más severas”, analiza Andrea Mora, quien desde hace una década trabaja como mesera en diversos restaurantes de la zona de Lincoln Road, la peatonal de South Beach.
Mora hacía referencia a que el año pasado el toque de queda fue más severo durante las vacaciones de primavera. Empezaba a las 8 de la noche, y además contemplaba el cierre de los principales puentes que conectan Miami Beach con la ciudad de Miami. Medidas con las que se controló la violencia pero que repercutieron en el bolsillo de los comerciantes.
“Las personas se vienen a divertir a Miami Beach. Claro que no podemos permitir el descontrol. Pero estas restricciones nos matan. El fin de semana es el momento de hacer una diferencia económica, si ponemos en la cabeza de la gente que no pueden venir, no hay manera de enfrentar los gastos”, contó a Infobae Creole, quien confirmó además que por su local en Miami Beach paga una renta de cerca de 40 mil dólares la mes.
La realidad es que pese a las quejas, este año la situación ha estado más calmada que el año pasado. Si bien ha habido tiroteos, por fortuna ninguno ha sido mortal ni de extrema gravedad. En las últimas cuatro semanas se confiscaron cien armas ilegales más en Miami Beach que en el mismo periodo en 2021.
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