Joe Biden firmó este martes una ley que incluye 13.600 millones de dólares en ayuda para Ucrania y prometió que mañana, miércoles, dará más detalles sobre cómo esa asistencia puede “aliviar el sufrimiento” en el país que desde el 24 de febrero es invadido por Rusia.
En un acto en la Casa Blanca, Biden rubricó un gran paquete de gasto de 1,5 billones de dólares que aprobaron la semana pasada ambas cámaras del Congreso, y que contiene la citada suma en asistencia humanitaria y militar para Ucrania y el este de Europa, a raíz de la invasión rusa.
“Hemos actuado urgentemente para aumentar aún más el apoyo al pueblo valiente de Ucrania en su defensa de su país”, destacó el mandatario estadounidense.
Añadió que mañana dará más detalles sobre “lo que está haciendo en Ucrania exactamente” Estados Unidos, y cómo los nuevos fondos le permitirán “intensificar rápidamente su respuesta y ayudar a aliviar el sufrimiento que la guerra” está provocando en el pueblo ucraniano.
Este miércoles está previsto, precisamente, que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, hable virtualmente ante las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos, en la segunda ocasión que se dirige a los legisladores estadounidenses en menos de un mes.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció en su rueda de prensa diaria que es probable que Zelensky “pida más dinero” para hacer frente a la invasión rusa durante ese discurso ante el Congreso.
De los 13.600 millones recién aprobados para Ucrania, casi la mitad, 6.500 millones, irán al Departamento de Defensa para que pueda mantener sus operaciones militares en países de la OTAN del este de Europa, así como para que envíe material militar al país, de acuerdo con un borrador de la ley.
La partida para Ucrania también incluye unos 4.000 millones para ayudar a refugiados y desplazados internos, mientras que 1.800 millones tendrán como objetivo responder a las necesidades económicas de Ucrania y sus países vecinos, por ejemplo con temas energéticos o de ciberseguridad.
Además, 25 millones se destinarán a técnicas para combatir la desinformación y 120 millones irán a la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para ayudar a activistas y medios independientes.
En total, el paquete presupuestario de 1,5 billones incluye 782.000 millones de dólares para gastos de defensa, lo que supone un incremento del 5,6% con respecto al año anterior; y otros 730.000 para financiación de necesidades nacionales de Estados Unidos.
La medida incluye fondos para que vuelva a entrar en vigor una ley contra la violencia machista conocida por sus siglas en inglés, VAWA, y que durante décadas sirvió para financiar programas de ayuda para las víctimas de maltrato y abuso sexual, además de darles una vía para buscar justicia en las cortes.
Esa ley data de 1994 y se avalaba periódicamente en el Congreso, hasta que los conservadores dejaron que expirara en 2019.
Se incluyen además 400 millones para las llamadas becas Pell, destinadas a estudiantes universitarios de bajos recursos, junto a 1.000 millones para investigación contra el cáncer y fondos para programas sociales de Puerto Rico.
Estados Unidos afirmó el lunes que tiene “rutas múltiples” para hacer llegar su asistencia militar a Ucrania, tras el bombardeo ruso del pasado fin de semana contra una base castrense en el oeste ucraniano, a solo 20 kilómetros de la frontera con Polonia.
El Pentágono no ve que ese ataque, que causó 35 muertos y 134 heridos, sea “un punto de inflexión” en el conflicto, iniciado el pasado 24 de febrero por Rusia.
Así lo señaló el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en una rueda de prensa, donde descartó que ese bombardeo ruso y otros similares contra puntos del oeste de Ucrania vayan a suponer un cambio en la situación. “Claramente los rusos están expandiendo algunos de sus blancos, eso es obvio”, observó Kirby, quien aseguró que los rusos están frustrados por la fuerte resistencia ucraniana y la falta de avances sobre el terreno.
Con información de EFE
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