Durante el reciente discurso del Estado de la Unión, el Presidente Joe Biden hizo mucho hincapié en el rol que jugarán las pastillas antivirales en la lucha contra el COVID 19.
“Las personas se pueden realizar la prueba… y si son positivos, ahí mismo recibir las pastillas antivirales sin costo alguno”, dijo el Presidente desde la Cámara de Representantes.
La realidad tiene algunos pasos más, pero básicamente la promesa de Biden se está cumpliendo. Las farmacias de todo el país ya han recibido el envío inicial de los tratamientos antivirales en píldoras contra el COVID-19, que según los estudios, disminuyen en un 88 por ciento el riesgo de que un paciente termine siendo hospitalizado después de resultar positivo de coronavirus.
Si bien el gobierno de los Estados Unidos compró ya más de 100 millones de dosis de este tratamiento, la realidad es que no hay píldoras para todas las personas que se contagian de COVID-19. Por eso se pusieron ciertos requisitos para su distribución.
El primer filtro es que para poder recibir el tratamiento se necesita una orden médica. No alcanza con solo tener un resultado positivo de COVID-19, sino que un médico tiene que indicar que este paciente que no requiere hospitalización por el virus, corre el riesgo suficiente que amerita que reciba el tratamiento antiviral.
Por lo tanto, si bien lo que dijo el Presidente Biden es cierto, la realidad es que a menos que la persona se haga la prueba de COVID-19 en una farmacia, y que en la farmacia tenga un médico de turno, difícilmente alguien que tiene un resultado positivo puede inmediatamente salir con su caja de píldoras.
Lo que sí es completamente cierto de lo que dijo el Presidente es que, al igual que ocurre con las vacunas, las píldoras no tendrán costo alguno para el paciente. Si la persona tiene seguro médico, el seguro cubrirá el costo. Si no lo tiene, el gobierno federal correrá con la cuenta.
En primera instancia las farmacias son las que recibieron el cargamento inicial, pero eventualmente el gobierno piensa enviar este tipo de tratamientos a centros comunitarios de salud, geriátricos y centros de veteranos también.
Por el momento hay dos tratamientos de antivirales disponibles en el mercado estadounidense: el Paxlovid y el Molnupiravir, que a diferencia de los tratamientos antivirales monoclonales intravenosos que fueron desaconsejados para la variante Ómicron, son pastillas que se pueden tomar en el hogar sin mayores complicaciones.
Paxlovid es la combinación de dos medicinas, nirmatrelvir y ritonavir, que fue aprobado para su uso en mayores de 12 años con casos de COVID-19 con severidad media o moderada. El médico que prescriba este tratamiento debe considerar que la persona corre algún tipo de riesgo con el virus. Este tratamiento fue desarrollado por Pfizer.
Molnupiravir, desarrollado por Merck y Ridgeback Biotherapeutics, es para pacientes desde los 18 años,también con casos de intensidad media o baja de COVID-19.
Los cincuenta estados del país han recibido ya las primeras dosis de estos tratamientos y se espera que con el correr de las semanas, el acceso sea más sencillo.
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