La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha asegurado este sábado que Rusia se enfrentará a costes económicos “sin precedentes” si decide finalmente invadir Ucrania, lo que acarrearía una batería de sanciones “rápidas, severas y solidarias” contra individuos, instituciones financieras e industrias clave del país.
“Impondremos sanciones financieras de gran alcance, controles de exportación y apuntaremos a quienes son cómplices, ayuden o instiguen una invasión no provocada”, ha avisado la vicepresidenta de Estados Unidos durante su comparecencia en la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
“Que nadie se llame a engaño: la imposición de estas medidas infligirá un daño enorme a los responsables”, ha indicado la vicepresidenta.
Asimismo, Harris ha insistido en que Rusia continúa haciendo un ejercicio de “desinformación, mentiras y propaganda” por el que, asegura, el Kremlin alegará ignorancia e inocencia” mientras crea un “pretexto falso para la invasión”. “Un libro de jugadas”, ha apostillado, “que todos conocemos demasiado bien”.
La vicepresidenta, además, ha confirmado el envío de 6.000 soldados estadounidenses a Rumania, Polonia y Alemania pero ha afirmado que las fuerzas estadounidenses no lucharán dentro de Ucrania, si bien “defenderán cada centímetro del territorio de la OTAN”.
Putin encabezó ejercicios militares
El presidente ruso Vladimir Putin lanzó este sábado ejercicios militares de gran magnitud, horas después de que Estados Unidos advirtiera de que está seguro de una invasión inminente a Ucrania, donde aumentan los incidentes entre Kiev y los separatistas prorrusos en el este.
A pesar de esta situación cada vez más tensa en el frente, que costó este sábado la vida de un soldado de Ucrania, su presidente Volodimir Zelenski viaja a Alemania para participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich y recibir apoyo de Occidente. “Como consecuencia de un bombardeo, un soldado ucraniano resultó herido de muerte por la esquirla de un obús”, señalaron las autoridades militares del este de Ucrania.
Las fuerzas armadas de Ucrania y los separatistas prorrusos volvieron a acusarse de nuevos ataques y de violar el alto el fuego en esa región. El ejército de Kiev reportó 66 incidentes armados hasta las 7h00 del sábado (04h00 GMT), un número particularmente elevado, mientras que los rebeldes del bastión separatista de Donetsk calificaron la situación de “crítica”.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que supervisan este conflicto abierto desde 2014 alertaron el sábado de un “aumento drástico” de las violaciones del alto el fuego.
Según Kiev, “las fuerzas armadas controlan la situación y continúan llevando a cabo su misión de rechazar y contener la agresión armada de la Federación Rusa”.
Por su parte, los líderes de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, donde se encuentra la línea de frente que divide a Ucrania, ordenaron este sábado la movilización general, tras anunciar el viernes la evacuación de civiles.
Rusia niega cualquier participación en el conflicto en el este de Ucrania y lo califica de asunto interno de ese país. Además asegura que no tiene intenciones de atacar a su vecino prooccidental, pero exige garantías de seguridad como la retirada de la OTAN de Europa del Este y un freno a su ampliación, que Occidente rechaza.
A pesar de los anuncios de retiradas de tropas rusas en la frontera, el presidente estadounidense Joe Biden afirmó el viernes estar “convencido” de que Putin ha decidido invadir Ucrania y que la multiplicación de incidentes en el este de ese país busca crear una “falsa justificación” para lanzar su ataque en la semana o los días venideros. Pero mientras no se produzca una invasión, “la diplomacia es siempre una posibilidad”, dijo Biden anunciando un encuentro entre su secretario de Estado Antony Blinken y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, el próximo jueves.
Washington estima que Rusia dispone de 190.000 efectivos en las fronteras y el territorio de Ucrania, contando las fuerzas rebeldes separatistas.
El Pentágono aseguró el viernes que un 40-50% de las tropas rusas están “en posición de ataque” y que los incidentes en la línea del frente forman parte de “una campaña de desestabilización de Ucrania” previa a una invasión.
Rusia no ha divulgado el número de soldados desplegados en las fronteras con Ucrania o en las maniobras conjuntas con Bielorrusia.
“Reescribir las reglas”
Occidente ha prometido de forma unánime sanciones económicas devastadoras para Rusia si ataca Ucrania. Harían de Rusia un “paria”, dijo el viernes un responsable estadounidense. Pero Vladimir Putin restó importancia a estas advertencias: “Las sanciones serán introducidas pase lo que pase. Haya una razón o no, encontrarán una porque su objetivo es frenar el desarrollo de Rusia”, indicó.
El jefe de la OTAN Jens Stoltenberg reafirmó este sábado el compromiso “indefectible” de los miembros de la Alianza Atlántica de protegerse mutuamente, y aseguró a Rusia que solo tendrá “más OTAN” si busca tener “menos OTAN”.
“Moscú intenta hacer retroceder la historia y recrear su esfera de influencia”, acusó Stoltenberg en un discurso en la Conferencia de Múnich.
En la misma línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que Rusia se ha propuesto “socavar” la arquitectura de seguridad europea y está intentando “reescribir las reglas del orden internacional”.
En medio de los frenéticos contactos para buscar una desescalada, Putin mantendrá una conversación telefónica el domingo con su homólogo francés Emmanuel Macron.
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