Una empresa fundada por tres ingenieros de SpaceX está tratando de reinventar el funcionamiento de los trenes para ayudar a transportar más mercancía utilizando el ferrocarril, una apuesta futurista que quiere potenciar uno de los primeros sistemas de transporte y de carga a gran escala.
La empresa se llama Parallel Systems y actualmente está probando vagones autónomos de cero emisiones que pueden circular por vías de forma independiente.
La idea detrás de esta ambiciosa empresa parte del hecho de que actualmente el transporte que utiliza camiones de diésel es una importante fuente de contaminación en el mundo. Si bien un tren de carga típico hoy en día tiene millas de largo, los nuevos vagones pueden moverse juntos en grupos más pequeños, lo que hace que el sistema sea tan asequible como conducir camiones.
A través de una nueva subvención del Departamento de Energía, la empresa pronto comenzará a probar el rendimiento de la tecnología, incluido cuánto puede mejorar la eficiencia energética.
Con la subvención de 4,4 millones de dólares, la startup se embarcará en un programa de pruebas de 29 meses. Los ingenieros utilizarán los datos de esas pruebas para construir un diseño de tercera generación que pueda salir al mercado, lo que podría tener un gran efecto en el impacto ambiental de la industria del transporte en los EEUU: los camiones emiten más de 440 millones de toneladas métricas de CO2 cada año.
Cuando estaba en SpaceX, Matt Soule, cofundador y director ejecutivo de Parallel Systems, era jefe de aviónica, la electrónica utilizada en aeronaves y naves espaciales. Pero estaba interesado en la huella de carbono del transporte de mercancías en la Tierra y vio el potencial en los trenes de carga. Así que se juntó con John Howard y Ben Stabler, también ingenieros de SpaceX, para fundar su nueva empresa.
Incluso cuando los trenes funcionan con diésel son mucho más eficientes que los camiones. “Se necesita alrededor de una cuarta parte de la energía para mover algo sobre un riel que en un camión sobre las carreteras”, dice Soule. Eso se debe a que se necesita menos energía para que una rueda de tren se mueva sobre un riel y porque los trenes pueden viajar en grupos.
Pero en este momento, los trenes generalmente se usan solo para grandes volúmenes de carga que se mueven largas distancias. “El ferrocarril requiere una escala muy, muy grande para lograr una economía unitaria que sea competitiva con los camiones”, dice. Los trenes actuales ocupan una gran cantidad de espacio cuando se cargan y descargan, y pueden permanecer en su lugar todo el día.
El problema radica en que si los trenes no tienen muchos vagones y no mueven grandes cantidades de carga, el sistema es demasiado costoso para operar. Esto es lo que pretende solucionar los vagones autónomos de Parallel, que son capaces de moverse rápidamente a través de un patio de vías, despegando y formando un pelotón con otros vagones independientes tan pronto como estén cargados.
“En un par de horas, estaríamos cargados y saldríamos de allí para que llegara el siguiente pelotón”, dice Soule. El sistema también puede utilizar “micro terminales”, instalaciones más pequeñas para carga y descarga, que pueden construirse más cerca de los clientes finales. En los puertos, el nuevo enfoque facilita la carga y descarga de contenedores de envío directamente sobre el ferrocarril, por lo que se necesitan menos camiones para mover los contenedores.
En este momento, el ferrocarril está limitado en los puertos debido a la cantidad de espacio que ocupa; los camiones a menudo tienen que transportar contenedores a los patios ferroviarios en diferentes lugares. Al trabajar directamente en los puertos, la empresa estima que puede eliminar 2,8 millones de toneladas métricas de contaminación por CO2 al año, junto con la contaminación por óxido nitroso y PM2,5 (partículas finas) que afecta la salud de las comunidades cercanas.
Si bien los automóviles autónomos son difíciles de construir, la automatización es más simple para el ferrocarril, ya que los trenes circulan en una vía fija y los despachadores ya controlan los trenes para asegurarse de que solo uno tenga acceso a una vía en un momento dado.
Los nuevos vagones pueden detenerse hasta 10 veces más rápido que un tren tradicional, lo que también hace posible que un sistema de cámaras y software activen los frenos si se detecta un automóvil u otro obstáculo en las vías. En el camino, los vagones de tren autónomos pueden dividirse para viajar a diferentes destinos sin visitar los patios de maniobras, los lugares donde la carga se coloca en los trenes secundarios. Eliminar ese paso puede ahorrar horas o incluso días, lo que convierte al ferrocarril en una opción más rápida para el transporte de mercancías.
Los fundadores de la compañía no prevén reemplazar los sistemas ferroviarios actuales, pero quieren hacer un mejor uso de la infraestructura ferroviaria existente; en este momento, estiman, menos del 3% de las vías del tren en los EEUU están en uso en un momento dado. Además, trasladar más carga de los camiones al ferrocarril puede reducir el tráfico en las carreteras.
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