Las autoridades canadienses reabrieron finalmente el paso en el puente Ambassador, tras un pedido de solución urgente hecho por la administración Biden. Desde hacía una semana la caravana de camiones que protesta en Canadá en contra de las restricciones establecidas por la pandemia del COVID-19 y los mandatos de la vacuna mantenía el puente bloqueado, paralizando uno de los cruces principales entre los dos países de América del norte.
Previo a la reapertura del puente, la asesora de seguridad del departamento de seguridad nacional de los Estados Unidos, Liz Sherwood-Randall, confirmó que estaba en diálogo con la asesora nacional de seguridad e inteligencia del gobierno de Canadá, Jody Thomas, poniendo así paños fríos a las versiones de que desde el gobierno de los Estados Unidos había un gran descontento acerca del modo en el que los canadienses estaban manejando su crisis.
“Quiero expresar nuestra apreciación por los esfuerzos decisivos llevados a cabo por las fuerzas de seguridad canadienses en la frontera para asegurar una resolución rápida del bloqueo”, indicaba en un comunicado Sherwood-Randall.
Además, la asesora de seguridad estadounidense aseguró que dos miembros del gabinete del presidente Joe Biden, el secretario de seguridad nacional, Alejandro Mayorkas, y el secretario de transporte, Pete Buttigieg, estaban en constante comunicación con sus colegas canadienses.
“Las autoridades canadienses están dando pasos proactivos para asegurar que no vuelva a haber una disrupción ilegal del tránsito de personas y de mercancías en la frontera”, se lee más adelante en el comunicado de Sherwood-Randall.
La autodenominada “caravana de la libertad” paralizó la ciudad de Ottawa durante un mes y luego se trasladó al cruce fronterizo del puente Ambassador, que es vía directa a Michigan desde Ontario, poniendo en jaque una industria clave en los Estados Unidos: la automovilística.
Las autoridades locales de Ontario declararon estado de emergencia el pasado viernes, y durante todo el fin de semana hubo un sin fin de arrestos en la frontera.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, había manifestado preocupación la semana pasada al igual que otros gobernadores de los estados fronterizos del norte. Si bien el bloqueo total solo ocurrió en el puente Ambassador, en otros cruces también hubo incidentes y demoras.
Las economías estadounidenses y canadienses están intrínsecamente ligadas al punto de que tras una semana de cierre del puente Ambassador, varias fábricas automotrices, como la de General Motors en Michigan y las de Ford en Ohio y Kentucky, tuvieron que disminuir su producción a consecuencia de falta de materiales que se producen en Canadá.
Por el puente Ambassador pasa el 25% del intercambio comercial entre Canadá y Estados Unidos. Como medida temporal, durante el cierre del puente, las autoridades canadienses desviaron el tránsito a otros dos cruces, pero uno era un túnel en el que solo puede pasar tránsito liviano -es decir, no apto para camiones- y un puente, el Blue Water, en el que se vieron demoras importantes debido a que no está preparado para el nivel de tránsito que estaba llegando.
Se espera que con la reapertura, no vuelvan a darse este tipo de conflictos que difícilmente se ven en la frontera norte de los Estados Unidos.
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