SpaceX confirmó que al menos 40 de sus 49 satélites Starlink lanzados el 3 de febrero acabarán destruidos tras una intensa tormenta geomagnética.
La empresa de Elon Musk dijo que los satélites se quemarán en la atmósfera terrestre, en lugar de entrar en la órbita baja de la Tierra para unirse a la constelación de 2.000 satélites Starlink.
Para apaciguar las preocupaciones, SpaceX también informó que los satélites en desorbitación presentan un “riesgo cero de colisión” con otros satélites, por lo que ninguna parte chocará con el suelo ni causará daños.
Los 49 satélites Starlink partieron del Centro Espacial Kennedy de Florida a las 18:13 GMT del 3 de febrero.
Una tormenta geomagnética es una gran perturbación de la magnetosfera terrestre, la zona que rodea a la Tierra controlada por el campo magnético del planeta.
“Lamentablemente, los satélites desplegados el jueves se vieron afectados por una tormenta geomagnética el viernes”, dijo SpaceX.
“Estas tormentas causan el calentamiento de la atmósfera y densidad atmosférica a nuestras altitudes bajas de despegue. De hecho, los GPS a bordo sugieren que la escalada de velocidad y severidad de la tormenta causó un arrastre atmosférico que se elevó hasta un 50% respecto a lanzamientos anteriores”, informó la empresa en un comunicado.
El equipo de Starlink comandó los satélites hacia un modo de seguridad, donde pudieran planear como hojas de papel, para minimizar el arrastre mientras buscaban refugiarse del evento.
A pesar de la maniobra evasiva, la mayoría no pudo levantar su órbita y hasta 40 de ellos “entrarán o ya entraron en la atmósfera terrestre”.
La compañía insistió en que representan “cero riesgo de colisión” con otros satélites y que están diseñados para desintegrarse conforme reingresan. Tampoco se espera que escombros de estos lleguen a tocar el suelo.
Aunque monitorea de cerca, la Agencia Espacial del Reino Unido también estuvo de acuerdo en que “virtualmente no había riesgo” en Tierra porque los satélites están construidos sin metales densos y su estructura debería quemarse completamente. La NASA, por su parte, no ha comentado sobre el evento.
Starlink es una “constelación” de más de 2.000 satélites y provee cobertura en prácticamente todo el planeta.
El primer lote fue lanzado en mayo de 2019 y actualmente SpaceX tiene aprobación regulatoria para el envío de 12.000 para ofrecer internet de banda ancha y ha solicitado autorización para una constelación de segunda generación de 30.000 satélites.
Astrónomos han manifestado preocupaciones sobre el impacto de estos satélites en el trabajo astronómico a pie de campo por cuanto añaden un espectro congestionado en la Órbita Terrestre Baja (OBT o LEO en inglés)
Hay aproximadamente 4.000 satélites activos en esa región, que se extiende hasta 1.900 km sobre la superficie. También se cuentan unos 15.000 piezas de escombros de objetos como chasis de cohetes o sondas difuntas.
Por su parte, la NASA expresó su preocupación por el plan de SpaceX de desplegar unos 30.000 satélites para su Starlink, al igual que algunas grandes empresas.
“La NASA tiene preocupaciones con el potencial de un aumento significativo en la frecuencia de los eventos de conjunción y los posibles impactos en las misiones científicas y de vuelos espaciales humanos de la NASA”, escribió la agencia a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
La NASA señaló que actualmente hay un total de 25.000 objetos rastreados en órbita, y unos 6.100 por debajo de los 600 km. La ampliación Gen2 de SpaceX “duplicaría con creces el número de objetos rastreados en órbita y quintuplicaría el número de objetos por debajo de 600 km”, añadió.
El astrofísico del Harvard-Smithsonian, Jonathan McDowell, que forma parte del panel de la Sociedad Astronómica Americana que examina el impacto de los satélites en la astronomía dijo: “Nos ha preocupado tener este gran número de satélites que interfieren en las observaciones astronómicas. Creo que necesitamos un poco más de experiencia con los varios miles de satélites operativos antes de pasar a las decenas de miles”.
Amazon, que se ha comprometido a gastar al menos 10.000 millones de dólares para construir 3.236 satélites de este tipo a través de su programa Project Kuiper, planteó por separado su preocupación ante la FCC sobre el plan de SpaceX, al igual que Dish Network (DISH.O).
Amazon dijo que bajo la solicitud de SpaceX “al menos cientos -y potencialmente más de diez mil- satélites de SpaceX podrían operar a las mismas altitudes que el Sistema Kuiper”.
Advirtió que “el efecto de este solapamiento orbital sería un aumento dramático de los riesgos y otras cargas para el Sistema Kuiper” y pidió a la FCC que impusiera “condiciones razonables”.
Aunque su despliegue es extremadamente costoso, la tecnología de satélites puede proporcionar Internet de alta velocidad a personas que viven en lugares rurales o de difícil acceso donde no llegan los cables de fibra óptica ni las torres de telefonía móvil. La tecnología también podría ser un apoyo fundamental cuando los huracanes u otras catástrofes naturales interrumpan las comunicaciones.
(Con información de AFP)
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