A veces hasta la Casa Blanca tiene limitaciones para divulgar un mensaje. En un país donde sobran las dosis de vacunas contra el COVID-19, solo el 64,4 por ciento de la población está completamente vacunada, incluso cuando desde hace meses la vacuna fue aprobada para mayores de 5 años.
La mayor parte de las personas no vacunadas alega que descree de los beneficios de la vacuna, especialmente después de que la variante Ómicron demostrara ser sumamente contagiosa, incluso en aquellos que estaban completamente inmunizados.
El problema que enfrenta actualmente la administración de Joe Biden es que para la opinión popular no es el interlocutor con mayor credibilidad. Y la Casa Blanca se dio cuenta de esto.
Por eso, en el último esfuerzo por generar credibilidad y apoyo a las vacunas, decidieron que sería mejor si el mensaje lo divulgaran organizaciones no gubernamentales que trabajan directamente con diversas comunidades. Para ello, el gobierno federal aprobó un presupuesto de 66,5 millones de dólares que será distribuido entre organizaciones de 38 estados, más la ciudad de Washington. El dinero, que sale directamente del departamento de salud y servicios humanos, es parte de los 250 millones de dólares que el Congreso aprobó como parte del Plan de Rescate Americano para divulgar información acerca de COVID.
“Si el mensajero en el que la gente confía es el maestro, el barbero o el pastor, lo que queremos es que esas personas los guíen en esta importante decisión, y los motiven a tomar los pasos necesarios para mantenerse seguros ante el COVID. El programa que estamos anunciando esta semana provee de fondos adicionales para voces confiables en las comunidades a lo largo del país para que puedan llevar la información a los ciudadanos”, indicaba el secretario de salud, Xavier Becerra, en entrevista con la radio pública NPR.
El grupo que más dinero está recibiendo es Communities RISE Together (las comunidades se elevan juntas), una organización no gubernamental que trabaja a nivel nacional a la cual se le ha entregado 11 millones de dólares para que implemente campañas locales. No es la primera vez que esta coalición de organizaciones recibe dinero federal para una iniciativa de este tipo. En el pasado, ya logró conectar a más de 160 personas con servicios de salud mental, comida o vivienda, y ha logrado vacunar a 137.800 personas contra el COVID.
De acuerdo a un reciente estudio realizado por la Fundación Familia Kaiser, desde el comienzo de este tipo de esfuerzos, las disparidades raciales entre quienes se están vacunando han ido disminuyendo.
La directora del programa de Equidad Racial y Políticas de Salud de la Fundación Familia Kaiser, Samantha Artiga, asegura también que los altos índices de contagios de las variantes Delta y Ómicron han motivado a muchas personas a vacunarse, pese a que en un comienzo dudaban de hacerlo.
Seguir leyendo: