California es quizás el estado que más tiempo ha mantenido reglas restrictivas con respecto al covid-19 en todos los Estados Unidos. Desde ser el estado que más tiempo mantuvo cerradas las escuelas, hasta seguir teniendo el requisito de un número limitado de personas en los restaurantes, pasando por toques de queda y uso obligatorio de máscaras.
Pero llegan nuevos tiempos, inclusive al estado de Gavin Newsom, el gobernador que salvó el año pasado su puesto tras un referendo revocatorio inspirado justamente para contrarrestar las restricciones de COVID-19. La administración de Newsom confirmó que el estado levantará las restricciones para reuniones masivas y la orden de uso obligatorio de máscaras en espacios cerrados, debido al descenso en el número de contagios tras el pico de la variante Ómicron.
Pero lo que más llama la atención es que los oficiales de la administración californiana confirmaron además que este será solo el primer paso para dar lugar a una nueva estrategia con respecto al virus, que en lugar de luchar contra la pandemia lo tratará como un mal endémico en la sociedad.
El plan de salida de Newsom de la era pandémica empieza el 15 de febrero, cuando permitirá que venza (sin renovar) la orden de uso obligatorio de máscaras en espacios cerrados. De igual manera, tras el fin de semana de Super Bowl (el mayor evento deportivo del año para Estados Unidos), California cancelará la orden que pone restricciones para los eventos masivos tanto en espacios cerrados como al aire libre.
En California, como en todo el país, hay un creciente reclamo de volver a una vida normal que cobra peso a medida que se sale de la última ola de contagios. Pero además, la medida de Newsom llega después de un nuevo escándalo en el que se vio involucrado. Pese a que en el estado aún está en pie la orden de utilizar máscaras en todo momento en espacios cerrados y en eventos masivos, el gobernador demócrata fue visto junto a cientos de fanáticos en un partido de la NFL la semana pasada con su rostro al descubierto, generando enojo entre los residentes que llevan meses pidiendo que levante la medida.
El siguiente paso que se espera dé la administración es anunciar que deja de ser obligatorio el uso de máscaras para estudiantes en las escuelas, una medida que fue puesta en funcionamiento en California con mayor severidad que en otros estados.
Mientras se debaten nuevas reglas estatales, algunos condados ya han empezado a flexibilizar sus propias reglas. Por ejemplo, el pasado viernes, el condado de Contra Costa, en la zona de la bahía al norte de California, rescindió su orden de exigir prueba de vacunación o un examen de COVID-19 negativo a todo aquel que quisiera entrar a determinados comercios como gimnasios, restaurantes o bares.
Pero mientras comienzan a sonar los rumores de una vuelta a la normalidad en California, la legislatura estatal está considerando pasar una ley que haría obligatorio el estar vacunado a todas las personas que estén trabajando en el estado, ya sea en puestos públicos, como en empresas o negocios privados, o inclusive los cuentapropistas. Si se aprobara el hecho generaría gran controversia fundamentalmente porque California es el estado donde surgió el movimiento anti-vacunas (de todo tipo, un movimiento previo a la pandemia).
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