Faltan profesores y muchas universidades y escuelas de Estados Unidos están cancelando cursos

Durante la pandemia, el cambio de hábitos, el estrés y los bajos salarios llevaron a muchos docentes a anticipar sus jubilaciones

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Escuelas públicas en Chicago con protocolo de COVID-19
Escuelas públicas en Chicago con protocolo de COVID-19

Con los cambios que la pandemia generó en las aulas (clases virtuales, burbujas), el trabajo de los educadores cambió significativamente, y ese cambio no fue positivo para la gran mayoría de los trabajadores de esta industria.

Estados como Michigan vieron un 44 por ciento de aumento en las jubilaciones tempranas de profesores entre agosto de 2020 y febrero de 2021 a comparación de un año antes, con la mayor parte de los casos alegando que se debía a estrés causado por la pandemia. Inclusive en renombradas universidades, como la de Stanford en California, han reportado un 35 por ciento de aumento en las jubilaciones antes de tiempo.

Campus universitarios de Howard University, en Washington.
Campus universitarios de Howard University, en Washington.

El fenómeno ha llegado a un punto más extremo aún en otras universidades, como la de Oklahoma City, donde cancelaron el programa de entrenamiento para educación temprana (maestros de nivel inicial) por falta de alumnos.

Entre las razones por las que según una encuesta de Darling-Hammond los estadounidenses no están interesados en hacer carrera como educadores tienen que ver con los bajos salarios, la violencia en las escuelas (a lo largo de los años ha habido tiroteos masivos en escuelas y universidades), los cambios políticos que afectan la educación (debates políticos acerca de qué se debe enseñar y qué no) y la incertidumbre creada por COVID.

Los profesores en Estados Unidos, tanto de niveles medios como universitarios, deben tener estudios de post-grado. Comparado con otras carreras que requieren el mismo nivel de educación formal, la educación paga en promedio un 20 o 30 por ciento menos. Con estados como Florida, Dakota del Sur y Mississippi ofreciendo 50 mil dólares al año a profesores, y estados como California, Massachusetts y Nueva York, donde el salario promedio de un profesor asciende a los 85 mil dólares al año, para un promedio nacional de 60 mil dólares anuales para los profesores en el país.

La baja compensación económica no hace sentido para muchas personas que deben endeudarse para poder obtener los títulos necesarios para poder educar. En este punto, según los expertos del Centro Nacional de Estadísticas de Educación, es donde las disparidades entre diversas comunidades se notan. Las comunidades con menos poder económico no pueden darse el lujo de convertirse en profesores. La consecuencia es que en el país el 80 por ciento de los profesores son blancos, el 9 por ciento hispanos, el 7 por ciento afro-americanos y el 2 por ciento asiáticos.

Escuelas cerradas durante la pandemia
Escuelas cerradas durante la pandemia

A la gran cantidad de profesores retirándose del mercado durante la pandemia, se suma la falta de interés de nuevos estudiantes en convertirse en profesores creando una tormenta perfecta para la profesión de educadores.

En algunos estados han decidido dar incentivos para contrarrestar esta tendencia, como en Arizona, donde el programa ha sido exitoso. El número de estudiantes inscritos en las carreras de educación en el estado ha aumentado de manera sostenida desde el 2017, año en el que se lanzó un programa de becas que permite a las personas estudiar la carrera de educación de manera gratuita a cambio de que al graduarse trabajen como profesores en el sistema público por al menos cinco años, una inversión que les asegura tener profesores en el futuro.

Con el éxito del programa en Arizona, algunas universidades en el país, como la de Michigan-Madison están considerando programas similares.

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