Hace poco más de siete meses, el sur de la Florida vivía la peor tragedia de su historia. En medio de la noche, sin aviso, una torre de lujo se desplomaba dejando un saldo de 98 muertos. Desde entonces, si bien no se ha dado una causa certera del derrumbe, la opinión más apoyada es que el edificio de 12 pisos se derrumbó debido a una combinación fatal de mal diseño, mala edificación y mal mantenimiento a lo largo de los años.
Pero si esa fue la causa, la duda evidente que surge es qué pasa con la torre Champlain Norte, edificio hermano del derrumbado, de 12 pisos también, construido en 1981 con un diseño casi idéntico.
A semanas del derrumbe, la asociación de la torre Champlain Norte anunció que su estructura era segura y que varios inspectores validaron esto, incluido Allyn Kilsheimer.
Kilsheimer es un experto en seguridad estructural de edificios, con experiencia en casos como el derrumbe de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001, que cobró más de un millón de dólares a la municipalidad de Surfside para estudiar las causas del derrumbe de la torre Champlain Sur. Al hacerlo, necesariamente tuvo que evaluar la torre Champlain Norte. En su momento, su veredicto fue claro.
“Le permitiría a mis hijos y a mis nietos que vivan allí”, decía Kilsheimer a la prensa local.
A los residentes de la torre Champlain Norte se les dio la opción de quedarse en sus hogares, o ir a buscar refugio temporal en otro lado con los costos pagados por la Fundación Miami. La mayor parte de ellos decidió quedarse.
Sin embargo, desde mediados de enero, comenzó un proceso de refuerzo estructural del edificio, mediante el cual se colocaron columnas temporales que soportan el peso de los doce pisos en el garaje subterráneo.
En un comunicado que la asociación del edificio le envió a los propietarios de los apartamentos, el pasado 19 de enero, se indica que las columnas temporales se colocaron “en una medida de cautela extrema”, mientras se completa una inspección estructural y se refuerzan las columnas permanentes.
Otros ingenieros estructurales que han evaluado el caso indican que decir que la estructura de la torre norte era firme fue prematuro. Y si bien todos coinciden en que no hay un riesgo de derrumbe inmediato y que vivir en el edificio puede ser considerado seguro, no descartan que haya que hacer un trabajo de mantenimiento de las columnas y reforzarlas.
Fotografías previas al derrumbe muestran que si bien ambas torres era idénticas, la torre sur estaba en un estado mucho más desgastado que la norte, probablemente por haber tenido menos mantenimiento aunque algunos creen que el hecho de que estaba más cerca del mar pudo haber jugado un factor también.
Pero más allá del mantenimiento, hay dudas acerca del diseño de las torres, que es igual. No se sabe si estuvieron en un primer momento bien hechos los cálculos para sostener el peso, el viento y la erosión de los materiales. Por eso la asociación consideró necesario que se revisara la estructura de la torre que sigue en pie.
La municipalidad de Surfside y el condado de Miami Dade están colaborando con las inspecciones.
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