Senadores demócratas y republicanos de Estados Unidos están cerca de llegar a un acuerdo sobre un paquete de sanciones destinado a castigar a Rusia si decide agredir a Ucrania.
Así lo adelantaron este domingo en una entrevista conjunta en CNN el presidente del comité de Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, y Jim Risch, el republicano de mayor rango en esa comisión.
Menéndez explicó que una coalición bipartidista del comité de Exteriores ha estado trabajando de manera “intensa” en la última semana para llegar a un acuerdo sobre las sanciones que Washington podría imponer a Moscú en caso de una invasión.
Afirmó que el acuerdo está cerca y aseguró que el paquete de sanciones enviará “un mensaje muy claro” al Kremlin.
Por su parte, Risch consideró que el paquete de sanciones servirá para mostrar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que tiene dos opciones: diplomacia o conflicto. “Y si elige conflicto, pagará un precio devastador”, amenazó Risch.
Las negociaciones entre demócratas y republicanos giran en torno a un proyecto de ley que presentó Menéndez el 12 de enero y que ha sido bautizado como “la madre de todas las sanciones” por el efecto devastador que podría tener en la economía rusa.
La iniciativa propone excluir a Rusia del consorcio de transacciones Swift, que es la base del sistema financiero global porque lo usan 11.000 bancos en 200 países o territorios para poder hacer transferencias.
Además, recoge sanciones a las industrias extractivas rusas y propone actuar contra los grandes bancos rusos e incluso contra el Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR), que cataliza la inversión en los sectores más importantes para la economía rusa.
También incluye un aumento de la asistencia de seguridad a Ucrania, sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2, represalias contra el Gobierno ruso y los oligarcas del país, así como mayores restricciones en el acceso de instituciones estadounidenses al mercado de la deuda soberana rusa.
Según Menéndez, su proyecto de ley cuenta con el respaldo del Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden.
La tensión entre Rusia y EE.UU. ha aumentado por la movilización de 100.000 militares rusos en la frontera con Ucrania, lo que ha suscitado el temor ante un posible ataque al territorio ucraniano, que Moscú niega pero Washington considera “inminente”.
Kiev, por su parte, pidió este viernes calma y aseguró que la situación es comparable a la escalada militar protagonizada por Moscú en abril de 2021.
Más temprano, Reino Unido, también anunció que va a presentar la próxima semana un proyecto de ley de sanciones orientado a un “amplio rango” de actividades económicas rusas, como parte de sus esfuerzos para disuadir a Moscú de una invasión contra Ucrania, afirmó el domingo la jefa de la diplomacia. La ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, indicó que el proyecto de ley amplía la batería de sanciones de Londres para abarcar a “cualquier empresa de interés para el Kremlin y el régimen de Rusia”.
“No va a haber ningún lugar donde esconderse para los oligarcas de Putin”, indicó Truss a la cadena Sky News.
“Vamos a anunciar al final de esta semana una mejora de la legislación de sanciones para que podamos golpear un amplio rango de intereses rusos de importancia para el Kremlin”, explicó la funcionaria.
Truss dijo que este proyecto busca que “nadie piense que es inmune a estas sanciones”. “El principal motivo que evitará que (el presidente ruso) Vladimir Putin pase a la acción es que entienda los costes de esa acción”, indicó la jefa del Foreign Office.
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