Tras dos años de pandemia, el estado de California decidió crear un comité legislativo para encargarse exclusivamente del tema de las vacunas, incluyendo el desarrollo de leyes concernientes a los protocolos de vacunación. Se trata de siete legisladores estatales que prometieron crear una legislación que ayude a combatir la pandemia y controlar la desinformación. Pero su primer proyecto está causando controversia.
“Con COVID, hay un gran número de adolescentes que no están vacunados -alrededor de un millón-, y muchos de ellos quieren vacunarse”, decía ante la prensa el senador demócrata Scott Weiner, miembro del comité y autor del proyecto de ley SB 866.
En la lógica del senador, los adolescentes -es decir, mayores de 12 años-, que no estén vacunados contra el COVID no deberían poder participar en actividades deportivas de grupo. Según dijo, si esto pasa, entonces “a los no vacunados se les limitarían las mejores actividades de esos años”.
Según el senador, lo que previene a muchos de estos adolescentes de vacunarse contra el COVID es que sus padres no están seguros de que lo hagan. Por eso su propuesta es que a partir de los 12 años, los jóvenes tengan la autoridad de dar consentimiento a recibir cualquier vacuna que haya sido aprobada por la FDA (Administración Federal de Alimentos y Medicinas, por sus siglas en inglés) y que haya sido recomendada por los CDC (Centros para el Control de Enfermedades).
La propuesta tiene antecedentes en la legislación californiana. En el gigante de oeste, los mayores de 12 años pueden decidir por si solos si quieren vacunarse contra el virus del papiloma humano y la hepatitis B. La legislación de California también le permite a los niños mayores de 12 años acceder a un aborto, métodos anti-conceptivos, recibir tratamiento para enfermedades de transmisión sexual, tratamientos para luchar contra la adicción a las drogas y el alcohol, y ser atendidos por agresiones sexuales, sin necesidad de notificar a los padres de los menores.
Y California no es el único sitio en el país que le da este tipo de autonomía a los adolescentes. En Washington DC, los mayores de 11 años pueden decidir si quieren vacunarse sin necesidad de autorización de los padres. En Alabama es a partir de los 14 años; Rhode Island y Carolina del Norte, a partir de los 16 años; y en Oregon desde los 15.
“Sabemos que surgirán aquellos que se oponen a las vacunas opinando en contra de esta ley”, afirmaba Weiner. Pero no sólo el movimiento anti-vacunas ha puesto el grito en el cielo, sino que varias asociaciones de padres también lo han hecho por no creer que los menores tengan que tomar este tipo de decisiones solos.
El proyecto de ley tendrá su primer debate en el próximo mes de marzo. Con una legislatura de amplia mayoría demócrata, este tipo de propuestas suelen tener apoyo en California. Se espera que el comité presente en los próximos días otros proyectos de ley relacionados a las vacunas del COVID 19, como la obligatoriedad de presentar certificados de vacunación para determinados empleos.
SEGUIR LEYENDO: