Hospitales en todo Estados Unidos están tomando cada vez más la decisión extraordinaria de permitir a los enfermeros y a otros trabajadores contagiados de COVID-19 permanecer en el trabajo si presentan síntomas leves o ninguno. La medida es una reacción a la falta severa de personal en hospitales y la cantidad apabullante de casos que la variante ómicron del coronavirus está causando.
Las autoridades de salud de California anunciaron el fin de semana que el personal de hospitales que dé positivo, pero sea asintomático, puede seguir trabajando. Algunos hospitales de Rhode Island y Arizona han informado igualmente a los empleados que pueden seguir en el trabajo si no presentan síntomas o sólo los tienen leves.
La variante ómicron altamente contagiosa ha disparado los casos nuevos de COVID-19 en Estados Unidos por arriba de 700.000 diarios en promedio, rebasando el récord establecido hace un año. El número de estadounidenses hospitalizados por el virus ronda los 130.000 y este lunes registró un nuevo récord.
Muchos hospitales no sólo están saturados de casos sino que lidian con una escasez severa de personal debido a que muchos empleados presentan COVID-19. Se ha visto también que la variante ómicron parece estar causando una enfermedad menos intensa que la delta.
El mes pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) indicaron que los trabajadores sanitarios que no presentan síntomas pueden volver al trabajo después de siete días tras efectuarse una prueba diagnóstica negativa, pero que el periodo de cuarentena puede reducirse aún más si hay escasez de personal.
La semana pasada, Francia anunció que estaba permitiendo que los trabajadores de atención sanitaria con síntomas leves o asintomáticos sigan atendiendo a pacientes en lugar de aislarse.
En el área de Phoenix, Dignity Health, un amplio operador de hospitales, envió un memo al personal indicando que aquellos que estén contagiados con el virus y que se sientan lo suficientemente bien para trabajar podían solicitar un permiso de sus gerentes para volver a atender a los pacientes.
“Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos que nuestros empleados puedan regresar de forma segura al trabajo, al tiempo que protegemos a nuestros pacientes y personal de un contagio de COVID-19″, indicó Dignity Health en un comunicado.
En California, el Departamento de Salud Pública informó que la nueva política fue establecida ante la “escasez crítica de personal”. Le pidió a los hospitales hacer todos los intentos posibles para llenar los huecos trayendo a empleados de agencias de personal externas.
La Asociación de Enfermeras de California, de 100.000 miembros, se opuso a la decisión y advirtió que provocará más infecciones.
El gobernador Gavin Newsom y otros líderes estatales de salud “están anteponiendo las necesidades de las corporaciones de atención médica a la seguridad de los pacientes y trabajadores”, dijo Cathy Kennedy, presidenta de la asociación, en un comunicado. “Queremos cuidar a nuestros pacientes y verlos. mejorar, no infectarlos potencialmente”.
A principios de este mes en Rhode Island, un hospital psiquiátrico estatal y un centro de rehabilitación permitieron trabajar al personal que dio positivo por COVID-19 pero que no presentaba síntomas.
(Con información de AP)
Seguir leyendo: