Vinod Menon, profesor de física del City College de Nueva York en Harlem, se encontró con una gran sorpresa en su correo cuando regresó para dar clases presenciales en julio de este año.
La caja, de gran tamaño, iba dirigida al “Presidente del Departamento de Física”, su título.
Lo primero que pensó el profesor fue que podía ser un regalo de algún alumno. La estampilla tenía fecha del 10 de noviembre de 2020. Es decir, llevaba más de nueve meses guardado, primero en la sala de correo del campus y luego en la oficina de física.
Al abrir la enorme caja de cartón, el profesor encontró en su interior billetes de 50 y 100 dólares envueltos en bandas de papel, que en total sumaban 180.000 dólares.
Una carta adjunta dirigida al profesor Menon explicaba que el dinero era una donación destinada a ayudar a los estudiantes necesitados de física y matemáticas del City College.
“Fue un shock total: conozco a muchos académicos y nunca había oído hablar de algo así. No sabía si la universidad aceptaba dinero en efectivo, así que no sabía si se lo quedarían”, dijo Venon, en un artículo publicado en The New York Times.
La carta explicaba las motivaciones del donante. “Suponiendo que tengas un poco de curiosidad por saber por qué estoy haciendo esto, la razón es sencilla”, escribió el remitente, quien dijo que “hace mucho tiempo” aprovechó la “excelente oportunidad educativa” de asistir tanto al instituto Stuyvesant como de obtener una licenciatura y un máster en física en el City College, lo que lo ayudó a desarrollar una carrera científica “larga, productiva e inmensamente gratificante”.
La nota no estaba firmada y el nombre del remitente, Kyle Paisley, no figuraba como graduado en los registros del establecimiento educativo.
Para Menon, el valor del regalo representa “lo que el departamento de física ha estado proporcionando todos estos años”, según afirmó a The New York Times.
Las autoridades del City College, como de todo el sistema de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), no recuerdan un tipo de donación similar. “Kyle Paisley” parecía ser un nombre falso, dijo Pat Morena, que dirige el Departamento de Seguridad Pública del City College.
También destacan que la donación tenga como destino el departamento de física, de larga y distinguida historia. En 1921, Albert Einstein brindó allí una de sus primeras conferencias en Estados Unidos. El departamento lleva mucho tiempo entre las más prestigiosas, con tres de sus ex alumnos galardonados con el Premio Nobel de Física.
Al parecer, la caja permaneció en la sala de correo principal de la universidad como “un paquete normal y corriente” para luego ser llevada con otros paquetes acumulados a la oficina del Dr. Menon, muy probablemente en marzo.
El profesor, que llevaba a cabo una investigación en un laboratorio situado al otro lado del campus, frente a la oficina de su director, no revisó el correo de su oficina hasta finales del verano boreal.
“Es una locura que se quedara en la sala de correo, o incluso que se enviara por correo: la persona confiaba tanto en el sistema”, dijo el Dr. Menon, que se mostró receloso incluso de tocar el dinero cuando abrió la caja, según The New York Times.
El dinero se “trató como una prueba” y fue guardado en una caja fuerte de la oficina de seguridad pública, cuyos funcionarios se pusieron en contacto con las autoridades federales “para ver si era posible que se tratara del producto de una actividad delictiva”, dijo el jefe Morena.
En base a la información sobre las bandas que agrupaban el dinero en efectivo, los agentes federales determinaron que había sido retirado de varios bancos de Maryland en los últimos años y que no estaba relacionado con una actividad delictiva, dijo el jefe.
La dirección del paquete, una casa real en Pensacola, Florida, no condujo a nadie relacionado con la donación.
Luego de que las autoridades de la universidad determinaran que era imposible rastrear al remitente, decidieron aceptar la donación.
Menon dijo que el dinero tendría un gran impacto para el departamento de Física, y que lo destinaría a financiar dos becas de matrícula completa cada año durante más de una década. En línea con el espíritu de la donación, la beca requeriría que los estudiantes “devolvieran el favor de alguna manera”, por ejemplo, mediante la tutoría de sus compañeros.
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