La junta escolar del distrito de Los Ángeles, que controla las escuelas públicas en las que estudian más de 450 mil menores, aprobó de manera unánime el contrato de cuatro años para nombrar superintendente de ese distrito a Alberto Carvalho, por un sueldo de 440 mil dólares al año.
Carvalho es un inmigrante de Portugal que durante años sufrió la pobreza al extremo de no tener un hogar y vivir en albergues, y que con los años fue escalando en el sistema de escuelas públicas del condado de Miami Dade hasta convertirse en uno de los superintendentes más populares que el distrito haya tenido en su historia. Bajo su liderazgo de 14 años, el cuarto distrito de escuelas más grande del país,con 52 mil escuelas y 350 mil estudiantes, se convirtió en uno de los mejores de la nación. Sin dudas esto elevó mucho el perfil público a nivel nacional de Carvalho.
Pero quizás lo que haya hecho resonar su nombre en todo el país fue su rol durante la pandemia. En ocasiones, se mostró en contra de lo que dictaba el gobernador Ron DeSantis acerca del uso de máscaras para estudiantes y las clases presenciales. El pasado mes de agosto, el distrito de escuelas de Miami Dade ordenó el uso obligatorio de máscaras para estudiantes y trabajadores de escuelas pese a una orden ejecutiva del gobernador que lo prohibía. En estados liberales, como California, la decisión de Carvalho resonó positivamente.
De todas maneras, esta no es la primera vez que a Carvalho le ofrecen moverse a un distrito escolar más grande en el país. Tres años atrás, el distrito de Nueva York (número uno en la nación en tamaño) le había ofrecido el puesto de superintendente, pero en aquel entonces Carvalho decidió rechazar la oferta.
Si bien al anunciar su cambio de trabajo no dio razones acerca de su decisión, Carvalho tuvo palabras de cariño para con Miami.
“Si bien Los Ángeles será mi hogar ahora, Miami siempre tendrá un lugar especial en mi corazón”, decía Carvalho en rueda de prensa. Con el cambio de trabajo, el superintendente verá un sustancial aumento en su sueldo, dado que en Miami recibía 350 mil dólares al año, es decir, 90 mil menos que en Los Ángeles.
La junta escolar de Miami Dade está reunida hoy para aceptar la renuncia de Carvalho y designar a Perla Tavares Hantman (miembro de la junta) como la persona que llevará a cabo la negociación para la cancelación del contrato. Del mismo modo, se dará comienzo al proceso de búsqueda de un nuevo superintendente para el principal distrito de la Florida.
“Carvalho es un líder visionario que ha guiado al distrito escolar del condado con coraje y compasión durante uno de los momento más difíciles de nuestra historia. Estoy segura de que continuará poniendo su marca a nivel nacional”, decía en un comunicado la alcaldesa del condado Daniella Levine Cava cuando se conoció la noticia.
Carvalho tendrá que enfrentar la difícil situación de estabilizar un distrito escolar que fue particularmente afectado por la pandemia. A diferencia de lo que ocurrió en Miami Dade, donde los estudiantes estuvieron solo dos meses en modalidad 100% virtual, en Los Ángeles la educación a distancia se extendió por todo un año. Las consecuencias tanto en términos académicos, como en la salud mental de los menores, han sido devastadoras.
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