Joe Biden firmó este miércoles nuevos decretos para redoblar la lucha contra organizaciones criminales transnacionales y las redes de narcotráfico. Asimismo, sancionó a empresas chinas y a grupos del crimen organizado de Brasil, México y China, de acuerdo a lo informado por el Departamento del Tesoro.
El gobierno de Biden quiere demostrar que está tomando medidas ante el agravamiento de la crisis de los opioides en Estados Unidos, que ha provocado más de 100.000 muertes por sobredosis en el país hasta abril de 2021, un 28% más que en el mismo periodo del año anterior, según datos de los Centros de Control de Enfermedades.
La nueva orden ejecutiva firmada por el presidente norteamericano “proporcionará al Departamento del Tesoro nuevas herramientas para hacer frente a los cambios en el comercio mundial de drogas ilícitas que contribuyeron” a más de 100.000 muertes por sobredosis.
El Tesoro norteamericano sostuvo que esta nueva disposición del Ejecutivo refuerza sus facultades “para perseguir a cualquier persona extranjera involucrada en actividades de tráfico de drogas, independientemente de que esté vinculada a un capo o cártel específico”. Además, le permite sancionar a las personas extranjeras que reciban a bienes que constituyan o procedan de actividades ilícitas de tráfico de drogas.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) sancionó este miércoles a 25 agentes (10 personas y 15 entidades) de cuatro países “por haber participado, o haber intentado participar, en actividades o transacciones que han contribuido materialmente, o suponen un riesgo significativo de contribuir materialmente, a la proliferación internacional de drogas ilícitas o de sus medios de producción”.
“El tráfico de drogas ilícitas amenaza nuestra seguridad nacional, nuestra economía, nuestras comunidades y nuestras familias”, declaró el Subsecretario del Tesoro para el Terrorismo y la Inteligencia Financiera, Brian Nelson, quien detalló que gran parte de las muertes por sobredosis se producen por los opioides sintéticos, “en particular el fentanilo”.
Entre los nuevos sancionados, dados a conocer a través sendos comunicados del Departamento del Tesoro y la Casa Blanca, figura Primeiro Comando Da Capital (PCC), considerado el grupo criminal más poderoso de Brasil cuyas operaciones llegan desde Sudamérica a Estados Unidos y Europa.
Asimismo, señaló como organización narcotraficante a dos grupos mexicanos salidos del cártel Beltrán Leyva: Los Rojos y Guerreros Unidos, a los que considera responsables de gran parte del tráfico de heroína desde México hacia Estados Unidos.
Por su parte, Washington incluyó en su lista de capos narcotraficantes al ciudadano chino Chuen Fat Yip, quien lidera una red en China dedicada a la venta de fentanilo y varios precursores químicos; y varias compañías chinas implicadas en estas operaciones (Wuhan Yuancheng Gongchuang Technology, Shanghai Fast-Fine Chemicals y Hebei Atun Trading).
El Departamento de Estado norteamericano ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que conduzca a la detención y/o condena de Chuen Fat Yip.
El Departamento del Tesoro también incluyó a 17 personas y entidades previamente sancionadas, entre ellos mexicanos y colombianos.
Entre los grupos se destacan los mexicanos cártel de Jalisco Nuevo Generación, el cártel de Jalisco, la organización Beltrán Leyva, el cártel de Juárez y los Zetas, entre otros; y el colombiano Clan del Golfo.
Por su parte, las autoridades norteamericanas incluyeron en la nueva orden ejecutiva a narcotraficantes previamente sancionados como Ismael Zambada García (alias “El Mayo”); los líderes de una facción del Cártel de Sinaloa: los hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar (alias “Chapito”) y Jesús Alfredo Guzmán Salazar (alias “El Alfredillo”), y su hermanastro, Ovidio Guzmán López (alias “El Ratón”); Fausto Isidro Meza Flores (alias “Chapito Isidro”), un operador de la organización Beltrán Leyva; y Miguel Treviño Morales, considerado por la DEA como el “jefe del notoriamente violento y vicioso cártel de Los Zetas”.
Como consecuencia de la designación, quedan congelados los activos que estas entidades y empresas puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se les prohíbe hacer transacciones financieras con ciudadanos estadounidenses.
El nuevo consejo establecido por el presidente estadounidense, Joe Biden, mediante una orden ejecutiva contará con la participación de funcionarios de los departamentos de Justicia, Tesoro, Estado, Defensa, Seguridad Nacional y la oficina del Director Nacional de Inteligencia.
“Las organizaciones narcotraficantes se encuentran entre las amenazas más significativas y con mayores recursos que encara Estados Unidos”, señaló un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, en una llamada telefónica para presentar la iniciativa, según lo consignado por la agencia EFE.
Con la creación del Consejo, indicó, Washington busca contar con mayor “agilidad y flexibilidad” para perseguir estas redes criminales que “cada vez funcionan más como conglomerados internacionales” y cuyas operaciones suponen “un riesgo para la estabilidad y eficiencia los mercados y los sistemas financieros”.
“Sus actividades incluyen corrupción y violencia a gran escala, lo que socava el estado de derecho y ponen en peligro los gobiernos democráticos”, agregó.
Asimismo, señaló que estas organizaciones “han dejado de lado estructuras jerárquicas” y son “ahora más descentralizadas, con sus agentes financieros sin apenas contacto con los capos narcotraficantes, lo que complica su detección por parte de las autoridades.
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