Estados Unidos reiteró este martes su compromiso en la lucha contra la corrupción y sus esfuerzos por la democracia, no sólo a nivel nacional sino en toda la región. En ese sentido, dos altos funcionarios del Departamento de Estado expresaron su preocupación por los esfuerzos para combatir la corrupción en países como Guatemala y El Salvador, y la grave situación que atraviesan los pueblos de Venezuela y Nicaragua frente a la persecución y amenaza de las dictaduras de Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
Durante una teleconferencia de la que participó Infobae, Todd D. Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, y Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, también remarcaron la importancia de la Cumbre por la Democracia encabezada la semana pasada por el presidente Joe Biden.
“La cumbre fue una oportunidad para participar, escuchar y hablar honestamente sobre los desafíos que enfrenta la democracia dentro y fuera de EEUU. Trabajar conjuntamente con gobiernos afines, la sociedad civil y el sector privado, establecer nuevos compromisos y así construir una base para la renovación democrática a nivel mundial”, manifestó Robinson.
El funcionario norteamericano recordó que “la lucha contra la corrupción fue uno de los temas principales” de la Cumbre: “Pedimos a los países participantes que realicen compromisos significativos: que promuevan la democracia, luchen contra la corrupción y promuevan los derechos humanos”.
“Estados Unidos asumió compromisos similares. Estamos concursando para ser los anfitriones de la décima conferencia de la convención de las Naciones Unidas contra la corrupción en 2023. De igual manera, lanzamos fondos de respuesta rápida contra la corrupción, en cooperación con el Departamento de Justicia, para brindar asesoramiento competente como tutorías. Así, 2022, y quizá 2023, van a ser años importantes para Estados Unidos en cuanto a los temas de anticorrupción y buena gobernanza”, agregó.
Brian Nichols, en tanto, subrayó que el presidente Biden estableció “la lucha contra la corrupción como un interés central de seguridad nacional de los Estados Unidos”. “En todo el mundo la corrupción menoscaba las oportunidades económicas, atenta contra los derechos humanos y limita la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas”.
El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental manifestó la preocupación de Washington por “la corrupción persistente en el régimen de Maduro y su participación en actividades ilícitas para financiar la represión en Venezuela”. Además, fustigó “la farsa electoral” de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua, y cuestionó el pleno funcionamiento del estado de derecho y las instituciones en El Salvador y Guatemala.
El funcionario del Departamento de Estado también se refirió a la situación de Honduras, “un país que enfrenta desafíos inmensos”, y en el que recientemente fue electa la presidenta Xiomara Castro: “Tenemos la esperanza de que la presidenta electa Castro genere cambios que favorezcan una gobernabilidad más transparente y un estado de derecho más fuerte, incluido el establecimiento de una comisión con respaldo internacional para combatir la corrupción”.
Respecto a Guatemala, Robinson calificó de “cuestionable” a la nueva Corte Suprema y criticó la gestión de la fiscal Consuelo Porras: “El Gobierno tiene un historial largo de retos profundos en tratar de establecer y mantener la ley. El nuevo tribunal es un tribunal cuestionable, y la fiscal Consuelo Porras, quien minimiza investigaciones creíbles contra la corrupción, amenaza aún más con perpetuar el historial de retos, y minimiza los últimos vestigios de la CICIG”.
“La fiscal de repente despidió a Francisco Sandoval de la oficina contra la impunidad, quien fue reconocido por Estados Unidos como un líder contra la corrupción este año”, agregó.
Ambos funcionarios recordaron que la semana pasada Estados Unidos sancionó a dos altos cargos del gobierno de Nayib Bukele, por su supuesta vinculación en negociaciones encubiertas con líderes de la organización criminal salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13).
“Estamos enfocados en la importancia de la lucha contra la corrupción en Guatemala. Es un país amigo, y aliado en muchos temas, como la migración, el desarrollo del sector privado, y la lucha contra el narco. Tenemos un enfoque conjunto en mejorar la situación del pueblo guatemalteco. Sin embargo, tenemos grandes preocupaciones de que la lucha contra la corrupción no ha avanzado como quisiéramos, y nos gustaría ver pasos concretos contra personas e instituciones”, completó Nichols.
Los otros dos ejes de la conferencia fueron las crisis en Venezuela y Nicaragua. Si bien reconoció que Washington está a la espera de cómo seguirá el gobierno interino de Juan Guaidó en el futuro, Nichols afirmó que la Casa Blanca lo seguirá reconociendo como presidente interino de Venezuela.
Robinson advirtió que Estados Unidos seguirá trabajando con sus aliados “para frenar el narcotráfico de Venezuela hacia Estados Unidos, y hacia los otros países de la región, como Perú, Ecuador, Colombia, y América Central”. “Nosotros no tenemos duda de que el régimen de Maduro es una autocracia y todos los países de la región y el Caribe tenemos que estar pendientes de la criminalidad de este régimen”.
Con relación a Nicaragua, Nichols celebró las medidas adoptadas por el gobierno de Biden, sancionando a decenas de funcionarios nicaragüenses y a la misma familia de Ortega, así como las recientes resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenando las acciones antidemocráticas e ilegales del régimen. Asimismo, expresó la preocupación de Washington “por la salud de los presos políticos, por las condiciones infrahumanas que sufren, y por su bienestar y el de sus familias”.
Por su parte, Robinson aseveró que fue muy importante el reciente acuerdo alcanzado con el gobierno de México: “A nuestro juicio mostrará el compromiso del gobierno en seguir trabajando contra la corrupción y la criminalidad. Hemos acordado seguir trabajando juntos en la fiscalías, con la policía, y en el intercambio de información entre nuestras agencias que están en la lucha. Pero además vamos a seguir trabajando con los estados y municipalidades locales, y en esto hemos logrado una cooperación bastante importante”.
“Hemos adoptado la lucha contra la corrupción como una prioridad, debemos sostener nuestro compromiso, y estamos decididos a trabajar con líderes de la región que estén dispuestos” a trabajar conjuntamente, concluyó Nichols.
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