La subsecretaria de Estado estadounidense para Europa, Karen Donfried, viajará la próxima semana a Ucrania y Rusia para hablar del despliegue de tropas rusas a la frontera entre ambos países, anunció el Departamento de Estado el sábado.
Donfried estará en Kiev y Moscú desde el lunes hasta el miércoles para reunirse con altos funcionarios del gobierno “y para reforzar el compromiso de Estados Unidos con la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania”, añadió.
“Donfried enfatizará que podemos lograr avances diplomáticos para poner fin al conflicto en Donbas mediante la implementación de los acuerdos de Minsk en apoyo del Formato de Normandía”, agregó.
Estos acuerdos, concluidos en 2015 para poner fin al conflicto entre el gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos, nunca se respetaron.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN están preocupados por que el despliegue de tropas y armas rusas en la región fronteriza con Ucrania pueda ser un preludio de una invasión. Por su parte, Rusia niega cualquier plan de atacar a Ucrania y acusa a Kiev de sus propios movimientos supuestamente agresivos.
Después de una videollamada con el presidente ruso, Vladimir Putin, esta semana, Joe Biden amenazó a Rusia con sanciones en caso de ataque a Ucrania.
A pesar de que las tensiones siguen siendo altas, ambos líderes decidieron encargar a sus equipos reuniones de seguimiento para ver si es posible una desescalada diplomática. La visita de Karen Donfried será, por tanto, un primer paso en esta dirección.
A continuación, Donfried viajará el miércoles y jueves a Bruselas “para consultar con los aliados de la OTAN y los socios europeos” sobre los esfuerzos necesarios en la búsqueda de una “solución diplomática” al conflicto.
Cumbre de ministros de Exteriores del G7 en Liverpool
El sábado, los principales diplomáticos del Grupo de los Siete países industrializados se reunieron junto al río Mersey, en Liverpool, con Reino Unido como anfitrión, en “una demostración de unidad contra los agresores globales” en medio de la crisis sobre las intenciones de Rusia hacia Ucrania.
El Reino Unido está buscando un consenso difícil de alcanzar por parte del club de las naciones ricas en respuesta a lo que llama el “comportamiento maligno” de Rusia, y tensiones con China e Irán.
“Necesitamos defendernos de las crecientes amenazas de los actores hostiles”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, al inaugurar la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. “Necesitamos unirnos firmemente para enfrentar a los agresores que buscan limitar la libertad y la democracia“, añadió.
Truss y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, discutieron cómo disuadir a Rusia de “una mayor agresión contra Ucrania” en una reunión cara a cara, dijo el Departamento de Estado. Gran Bretaña dijo que los dos advirtieron que una incursión rusa “sería un error estratégico por el que habría graves consecuencias”.
La reunión del fin de semana en el Museo del muelle de Liverpool es el último gran evento de la presidencia británica del G-7 durante un año. En el, los diplomáticos en también tienen previsto debatir sobre los esfuerzos rezagados para vacunar al mundo contra el coronavirus, las tensiones en los Balcanes occidentales, Afganistán y Corea del Norte, y la flexión de músculos de China en la región del Indo-Pacífico.
La reunión se lleva a cabo cuando un grupo de negociadores se reúnen en Viena para tratar de revivir un acuerdo internacional en problemas que busca limitar las ambiciones nucleares de Irán. Blinken se reunió con diplomáticos alemanes, franceses y británicos en Liverpool para discutir los próximos pasos sobre Teherán y el enviado especial de la administración Biden en Irán, Robert Malley, también pasó en la ciudad de camino a Viena.
Truss advirtió esta semana que las conversaciones de Viena son “la última oportunidad para que Irán se adhiera” nuevamente al acuerdo, que estaba destinado a frenar el programa nuclear de Teherán a cambio del relajamiento de sanciones económicas. Dicho acuerdo entró en crisis después de que el entonces presidente Donald Trump retirara a Estados Unidos en 2018 e Irán comenzara a aumentar su enriquecimiento de uranio.
El Reino Unido eligió un escenario lleno de historia y cultura británicas para el evento del G-7. Los muelles de Liverpool, que alguna vez fueron un símbolo del alcance global y el poder económico del país, también llegaron a representar el declive postindustrial del país.
Ahora, el área a lo largo del río Mersey es un ejemplo de la renovación urbana del siglo XXI como distrito cultural y de ocio, con un museo dedicado a los hijos más famosos de la ciudad, The Beatles, donde los líderes cenarán el sábado.
Con información de AFP y AP
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