El secretario de Estados Unidos, Antony Blinken, ha señalado en un comunicado que las sanciones a Néstor Moncada Lau, asesor de seguridad nacional del régimen nicaragüense Ortega-Murillo, se van a aplicar por “por incurrir en una corrupción significativa al aceptar un soborno monetario a cambio de usar su control sobre las autoridades tributarias y aduaneras de Nicaragua”.
Estados Unidos ha anunciado que mantendrá las sanciones a Moncada y su familia por corrupción en un programa coordinado para “combatir la corrupción a nivel global” con motivo del Día Mundial contra la Corrupción.
Asimismo, la condena también se extiende a su esposa, Lydia Vargas de Moncada, y sus cinco hijos. Bajo estas sanciones, se prohíbe la entrada a Estados Unidos de aquellos involucrados en casos de corrupción, incluidos familiares cercanos.
En noviembre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya prohibió la entrada a los funcionarios que colaborasen con el régimen del dictador de Nicaragua, Daniel Ortega. De esta forma, ni personal de la Administración, ni alcaldes, policías o incluso el Ejército pueden ingresar al país, según recoge el diario ‘La Prensa’.
Otros de los sancionados son Yormie Johnson, actual senador de Liberia, por “millones de dólares en sobornos y esquemas de financiamiento de pago por juego”; Martha Carolina Recinos de Bernal, jefa del gabinete de Bukele en El Salvador, por “mal uso de fondos públicos para beneficio personal” y también Osiris Luna Meza, viceministro de Justicia y director general de cárceles por “malversación de fondos públicos”.
Moncada lleva trabajando durante 40 años de manera leal para los Ortega-Murillo, lo cual le ha valido el cargo de asesor de seguridad nacional en un aparato de inteligencia militar al que pertenecen antiguos guerrilleros y jóvenes guiados por igual en su fidelidad al caudillo y al partido.
Moncada es conocido como “Chema” desde la revolución sandinista. Ha contado con mucho más poder que el reconocido oficialmente en el país y fuera de sus fronteras. Para todo fin práctico es como un fantasma. No figura en comparecencias públicas y su presencia pública es casi nula. Pese a su relevancia en varios hechos públicos de alto impacto en su país, poco se conoce de él, no existen reseñas, e incluso su fotos públicas son escasas.
Sin embargo, en los últimos dos años, su nombre ha sido mencionado como una de las personas clave que participó de las graves violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses que se intensificaron en abril del 2018. Es por eso que su nombre aparece en las listas de sancionados de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Suiza, y del Reino Unido.
(Con información de Europa Press)
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