Joe Biden advirtió este martes a Vladimir Putin que Estados Unidos aplicará “fuertes medidas económicas y de otro tipo” si Rusia ataca Ucrania. Asimismo, le pidió rebajar las tensiones y “volver a la diplomacia”, según informó la Casa Blanca tras la videoconferencia que mantuvieron los mandatarios.
“El presidente Biden expresó la profunda preocupación de Estados Unidos y de nuestros aliados europeos por la escalada de fuerzas de Rusia en torno a Ucrania y dejó claro que Estados Unidos y nuestros aliados responderían con fuertes medidas económicas y de otro tipo en caso de una escalada militar”, señaló Washington en un comunicado.
Biden, además, reiteró el apoyo de Washington a la “soberanía” y la “integridad territorial” de Ucrania.
Ambos mandatarios encargaron a sus equipos hacer un “seguimiento” de la situación, algo que Estados Unidos hará “en estrecha coordinación” con sus “aliados y socios”.
La cumbre que mantuvieron terminó este martes poco después de las 17, hora GMT, en medio de la creciente tensión por la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania.
La conversación duró unas dos horas, según reportaron las agencias de prensa rusas Ria Novosti, TASS e Interfax.
En un video que divulgaron las agencias rusas se puede observar el momento en que los mandatarios se saludan para dar inicio a la videoconferencia. “Saludos, señor presidente”, dice Putin, mientras Biden demora unos segundos en activar el micrófono.
“Hola, me alegro de verle de nuevo. Lamentablemente, la última vez no pudimos vernos en el G20. Espero que la próxima vez que nos veamos lo hagamos en persona”, le responde el jefe de Estado norteamericano.
Durante la cumbre, Biden y Putin también hablaron sobre el diálogo bilateral entre sus países acerca de la estabilidad estratégica, y sobre otra iniciativa entre Washington y Moscú relativa a los ciberataques con “ransomware”, un programa que secuestra los datos del usuario a cambio de un pago para liberarlos.
Además, conversaron sobre “temas regionales como Irán”, en un momento en el que las conversaciones para salvar el acuerdo nuclear iraní, del que Estados Unidos se retiró en 2018, se encuentran en un punto delicado.
La Casa Blanca ya trabaja en un paquete de fuertes sanciones económicas con los socios europeos y la propia Ucrania para disuadir a Putin de un eventual ataque a ese país contiguo a Rusia, en cuyas fronteras se concentran entre 70.000 y 94.000 soldados rusos, de acuerdo a la Inteligencia estadounidense y la de Kiev.
Estados Unidos cree que Rusia podría atacar o invadir Ucrania con unos 175.000 soldados, y Kiev calcula que el momento más probable de una nueva agresión rusa sería a finales de enero de 2022.
Washington aseguró este martes que el futuro del gasoducto ruso Nord Stream 2, que transportará gas ruso a Alemania por el fondo del mar Báltico, estará en juego si Rusia invade Ucrania, y citó conversaciones con el Gobierno alemán al respecto. ”Si Vladimir Putin quiere ver gas fluyendo a través de ese gasoducto, puede que no quiera asumir el riesgo de invadir Ucrania”, dijo Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, en una rueda de prensa después de la cumbre virtual entre Biden y Putin.
Tras su reunión virtual con Putin, Biden se comunicó con las principales autoridades del Reino Unido, Francia, Alemania e Italia para analizar los resultados de su conversación con Putin.
“Los líderes acordaron mantenerse en estrecho contacto sobre un enfoque coordinado y amplio en respuesta a la concentración militar de Rusia en las fronteras con Ucrania”, comunicó la Casa Blanca, en referencia a las conversaciones que Biden mantuvo el lunes con sus aliados.
París, Berlín, Roma y Londres subrayaron su apoyo a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, mientras que también han coincidido en la necesidad de que “Rusia reduzca las tensiones y se comprometa con la diplomacia”. Biden y los líderes europeos acordaron mantenerse en contacto, “incluso en consulta con los aliados de la OTAN y los socios de la UE”, para adoptar un enfoque “coordinado y global”.
ALARMAS POR UCRANIA
El mundo sigue con atención la crisis. La jefa de la Comisión Europea advirtió que habrá más sanciones para Rusia si ataca o amenaza a Ucrania, mientras que el ministro de Defensa de Ucrania advirtió que habrá “una masacre sangrienta” si el Kremlin despliega una invasión.
Las alarmas en Occidente se encendieron después de unas publicaciones en la prensa estadounidense a principios del mes pasado sobre una concentración de decenas de miles de tropas tusas en la frontera con Ucrania.
El pasado viernes, el diario The Washington Post citó fuentes de los servicios de inteligencia de EEUU que cuentan con imágenes de satélite de los movimientos de soldados rusos y apuntan al traslado de cerca de 70.000 tropas rusas, junto con equipamiento y artillería a la frontera con Ucrania.
De acuerdo con la inteligencia de EEUU, el posible ataque contra Ucrania, que calcula para principios de 2022, “involucraría a hasta 175.000 efectivos”.
Los servicios de inteligencia de Ucrania calculan por contra que, en las fronteras del país, Rusia acumula actualmente más de 94.000 soldados y consideran que el momento más probable de un eventual ataque sería a finales de enero de 2022, según dijo el pasado día 3 el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov.
Biden ha dicho que está preparando “una serie de medidas” para proteger a Ucrania en caso de que Putin decida lanzar un ataque militar contra este país.
Mientras que el presidente estadounidense dejará claro a su homólogo ruso que mejor se lo piense dos veces antes de atacar a Ucrania, Putin quiere plantear a Biden su propuesta de que haya garantías legalmente vinculantes de que la OTAN no se expanda más hacia Rusia y que no despliegue “armamento amenazante” en territorio ucraniano.
Para Putin, esa es una línea roja que tendría consecuencias, según ha dicho él mismo la semana pasada.
“Las relaciones entre Rusia y Occidente en la década de los años 1990 y principios de los años 2000, era casi perfecta. ¿Por qué era necesario expandir la OTAN hacia nuestras fronteras? ¿Quién puede responder a esta pregunta? Éramos casi aliados”, dijo.
Unos días antes de la cumbre virtual, los jefes de las diplomacias rusa y estadounidense, Serguéi Lavrov, y Antony Blinken, respectivamente, se reunieron en Estocolmo, donde también repasaron las tensiones en torno a Ucrania.
Moscú quiere dar la vuelta al discurso de Occidente y acusa a Ucrania de querer recuperar por la fuerza el Donbás, donde se enfrentan desde 2014 el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos y donde Rusia ha repartido más de 600.000 pasaportes.
Además de Ucrania, ambos líderes hablarán de las maltrechas relaciones bilaterales, la situación en torno a Afganistán, Irán, Libia y Siria, así como la pandemia del coronavirus y el clima.
Los presidentes de Rusia y EEUU no planean aprobar ninguna declaración conjunta.
(Con información de EFE)
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