El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo el sábado que las recientes y extensas operaciones militares chinas cerca de Taiwán parecían “ensayos” y reafirmó el firme apoyo de Washington a Taipei. El jefe del Pentágono del presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos seguía comprometido a apoyar “la capacidad de Taiwán para defenderse”.
Austin habló en un foro de defensa nacional en la Biblioteca Presidencial Reagan en Simi Valley, California. En un discurso dedicado en gran parte a una serie de desafíos planteados por una China cada vez más confiada, subrayó las “diferencias reales” de Washington con Pekín.
En los últimos meses, el ejército chino ha montado una serie de operaciones militares marítimas y aéreas cada vez más agresivas cerca de Taiwán, que reclama como propio. “Se parece mucho a que están explorando sus verdaderas capacidades”, dijo Austin. “Se parece mucho a los ensayos”.
Algunos analistas han sugerido que Pekín podría estar poniendo a prueba a Biden durante su primer año de mandato.
China es la única potencia que ahora es capaz de utilizar su “poder económico, diplomático, militar y tecnológico para plantear un desafío sostenido a un sistema internacional estable y abierto”, dijo Austin.
Las dos mayores potencias económicas del mundo, prosiguió, tienen “diferencias reales tanto de intereses como de valores. Pero la forma de gestionarlas cuenta”.
Afirmó que los líderes chinos han manifestado cada vez más su “insatisfacción con el orden imperante, y su objetivo de desplazar a Estados Unidos de su papel de liderazgo mundial”. Pero, dijo Austin: “No buscamos ni la confrontación ni el conflicto.... No buscamos una nueva Guerra Fría ni un mundo dividido en bloques rígidos”.
Ante el desafío chino, el general retirado de cuatro estrellas del ejército dijo que EE.UU. profundizaría sus lazos con los países amigos de la región, incluso mediante ejercicios conjuntos.
“Seguimos firmes con nuestra política de una sola China”, dijo Austin, pero también con “nuestros compromisos de la Ley de Relaciones con Taiwán de apoyar la capacidad de Taiwán para defenderse, al tiempo que mantenemos nuestra capacidad de resistir cualquier recurso a la fuerza que ponga en peligro la seguridad del pueblo de Taiwán”.
Días atrás, el secretario de Defensa ya había expresado la preocupación por la aspiración de China de poseer armas hipersónicas. “Nos preocupan las capacidades militares que sigue persiguiendo la RPC, y la búsqueda de esas capacidades aumenta la tensión en la región”, dijo Austin al hablar sobre la reciente prueba, empleando el acrónimo de República Popular China, el nombre oficial del país.
El creciente poder militar de China y su afán para acabar con el dominio estadounidense en Asia han generado malestar en Washington. El impulso chino se puso de manifiesto en julio con la prueba de un arma hipersónica capaz de orbitar parcialmente la Tierra antes de regresar a la atmósfera y atacar su objetivo.
Los expertos sostienen que el sistema de armas está diseñado claramente con el propósito de evadir las defensas antimisiles de Estados Unidos, aunque China insiste en que estaba probando una sonda especial reutilizable, no un misil.
Estas armas, que vuelan a cinco veces la velocidad del sonido, Mach 5, podrían platear desafíos cruciales a los sistemas antimisiles por su velocidad y maniobrabilidad. Pero algunos expertos sostienen que aportarían poco a la capacidad estadounidense de disuadir de les inquieta que puedan causar una nueva y desestabilizadora carrera armamentística.
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