La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU autorizó el viernes el uso de la terapia de doble anticuerpo COVID-19 de Eli Lilly para el tratamiento de los síntomas leves o moderados en todos los niños, incluidos los recién nacidos, que corren el riesgo de padecer una enfermedad grave.
La terapia, bamlanivimab más etesevimab, se autorizó previamente para niños de 12 años o más y que pesen al menos 88 libras.
“Los niños menores de un año, expuestos al virus que causa la COVID-19, pueden tener un riesgo especialmente alto de padecerla de forma grave, y esta autorización responde a las necesidades médicas de esta población vulnerable”, dijo Patrizia Cavazzoni, directora del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
La autorización de la FDA también permite la administración de la terapia como medida preventiva en niños expuestos al virus. La terapia, sin embargo, no sustituye a la vacunación, dijo Cavazzoni.
En noviembre del año pasado, la FDA había aprobado de emergencia este tratamient para pacientes con casos leves o moderados.
El tratamiento, originado a partir de una muestra de sangre de uno de los primeros sobrevivientes de COVID-19, se realiza en una ocasión y se aplica por vía intravenosa. Debe realizarse lo antes posible luego de obtener un resultado positivo y dentro de los 10 días de desarrollar síntomas.
La tasa de hospitalizaciones entre aquellas personas en las que se probó en comparación con las que solo recibieron un placebo durante los estudios fue de 1,6% contra 5,8 por ciento.
La investigación original del compuesto surgió de la colaboración entre Lilly y AbCellera Biologics, una firma de Vancouver, Canadá, que aisló los anticuerpos y trabajó en su reproducción para crear terapias contra el COVID-19. Desde que se sumó Lilly, el trabajo demoró solo tres meses en lograr un resultado aplicable.
Según la descripción del laboratorio, el medicamento, conocido como LY-CoV555, “es un potente anticuerpo monoclonal cuyo diseño está dirigido contra la proteína de punta del SARS-CoV-2″. Su objetivo es “bloquear la adhesión y la entrada del virus en las células humanas, lo cual neutraliza el virus y potencialmente previene y trata” la enfermedad de COVID-19.
(Con información de Reuters)
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