Las autoridades reguladoras del mercado en Estados Unidos (SEC) anunciaron el jueves que adoptaron una enmienda a su reglamento que les permite sacar de cotización a firmas que no auditen sus cuentas con auditores autorizados, algo que ocurre con todas las firmas chinas en Wall Street.
Estas enmiendas derivan de una ley votada en diciembre de 2020 en el Congreso, la HFCAA, que obliga a una empresa que cotiza en bolsa en Estados Unidos a certificar sus cuentas por una firma autorizada por la organización contable independiente PCAOB.
Las empresas en bolsa o que emiten deuda en Estados Unidos tienen hasta fines de 2022 para ponerse en regla, indicó la SEC en un comunicado.
El mandato requiere entre otros cosas que las empresas revelen si son “propiedad o controladas” por un gobierno, añadió el organismo.
Las firmas de China y Hong Kong son conocidas por no someter sus estados financieros a auditores autorizados.
Este nuevo texto supone por ende la amenaza de salir de la cotización en bolsa y se divulga cuando las autoridades chinas pusieron reservas en los últimos meses a que firmas basadas en China coticen en Estados Unidos.
El jueves, la acción de Alibaba alcanzó su nivel más bajo en cuatro años ante rumores de que el gigante chino del e-commerce dejaría los índices estadounidenses. Sobre la base de las ganancias informadas, los recibos de depósito estadounidenses (ADR, por siglas en inglés) de Alibaba se negocian a un múltiplo de 18,7. Es lo más bajo desde su debut en 2014 y el descuento más amplio del múltiplo promedio del índice Nasdaq 100 registrado.
De acuerdo con la agencia especializada Bloomberg, las autoridades chinas pidieron al “Uber chino”, Didi, retirarse de Wall Street. Pero China desmintió la versión que planea prohibir a sus empresas cotizar en Wall Street, poniendo fin a una falla jurídica por la que sus gigantes tecnológicos levantaron miles de millones de dólares.
Bloomberg, citando fuentes cercanas al caso, había afirmado que China se disponía a prohibir a sus empresas recurrir a la estructura de sociedades espejo (VIE), a través de una nueva versión de las reglas en materia de cotización en el extranjero que puede estar lista a fines de 2021.
Pero la Comisión de las operaciones de la bolsa china desmintió. “Observamos los artículos... Esta noticia no es cierta”, declaró en un comunicado en su sitio Web.
China prohibía ya a esos grupos privados pertenecer a capitales extranjeros y algunos superaron la dificultad en los últimos años creando sociedades espejo llamadas VIE, por “variable interest entity” en inglés.
Estas VIE les hicieron posible introducirse en Wall Street, como Alibaba, que superó todos los récords en 2014 levantando 25.000 millones de dólares en la plaza neoyorquina.
Pero China empezó a reducir desde hace un año la magnitud de esos gigantes tecnológicos. En un contexto de nacionalismo económico exacerbado, el régimen comunista anima a sus empresas a cotizar en el mercado nacional.
China acaba de abrir una nueva bolsa en Pekín, destinada a las PME, particularmente las activas en nuevas tecnologías. Teme también que datos cruciales acumulados por sus gigantes tecnológicos partan al extranjero.
(Con información de AFP)
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