A través del territorio de los recuerdos y la memoria compartida, el restaurante Versailles de Miami (Florida, Estados Unidos) exhibe un rico archivo de fotografías de la diáspora cubana cosidas a la historia de este establecimiento de cocina criolla que celebra este año su 50 aniversario.
La exposición “¿Cuál es tu historia en Versailles?” reúne material gráfico que es una evocación íntima, familiar y sentimental del exilio cubano, un repaso por imágenes de varias generaciones de clientes y empleados ligadas a este medio siglo de vida del restaurante.
“La historia del Versailles y de la comunidad cubana se entiende en estas fotos. Aquí están todas las épocas del restaurante. Ves a los trabajadores, los clientes y políticos” que lo han frecuentado desde su inauguración en 1971, contó a la agencia EFE Alexandra Valls, de 33 años, nieta del fundador, Felipe Valls, y comisaria de esta muestra.
Valls cuenta que este proyecto “en marcha” surgió después de que su padre, Felipe Valls hijo, le animara a que diera forma a un archivo que fuera testimonio gráfico de este medio siglo de vida del establecimiento “ligado a la comunidad cubana, a su memoria y recuerdos”.
Son más de un centenar de fotografías, entre otras las que recogen la reciente y masiva manifestación alrededor del Versailles en apoyo a las protestas pacíficas en Cuba del pasado 15 de noviembre, una de las favoritas de Valls.
“Son fotos que dan voz a los cubanos que vienen aquí a expresar sus opiniones políticas y sentimientos, a hablar con libertad, a decir lo que no pueden expresar en Cuba con el comunismo”, manifestó la joven licenciada en Comunicaciones y Sociología por la Universidad de Emerson, en Boston.
Eso es el Versailles, no solo baluarte de la sabrosa cocina criolla, sino la “conexión de los cubanos con Cuba, una plataforma donde dicen lo que piensan, cosa que no pueden hacer” en la isla, subrayó.
Señaló otra de sus fotos favoritas, quizá de finales de los años ‘70, en la que sonrientes camareras (con su inmutable uniforme verde) bromean entre ellas. Otra imagen muestra la pericia de una experimentada camarera cargando cuatro platos de comida.
Estas fotos de los empleados y servicio, aseguró, reflejan uno de los aspectos más relevantes del éxito de su negocio: el aprecio a su personal. Ellos “son parte esencial del restaurante. Son muy importantes para nosotros y se sienten orgullosos” de trabajar aquí.
De hecho, contó que el restaurante funciona como una suerte de “red asistencial” con los cubanos que llegan a Miami y “no saben dónde pueden encontrar trabajo”. “Saben que el Versailles existe y vienen aquí. Y si no hay trabajo hay gente que llegó como ellos y les ayudan”, afirmó, orgullosa.
Quienes, sin duda, han hecho del Versailles parada obligada son los famosos y los políticos; estos segundos sobre todo en tiempo de elecciones, época en que se acercan a este local para dejarse ver y mostrar su simpatía hacia la comunidad cubana en el exilio, su cultura y la causa de la libertad en la isla.
Numerosas fotografías expuestas en una de las salas del restaurante lo atestiguan: los presidentes estadounidense Ronald Regan, George W. Bush, Bill Clinton y Donald Trump forman parte de la galería de líderes que han visitado el local y apreciado los sabores de su cocina casera y familiar.
Clinton, en una de las fotos, se deja ver con una amplia sonrisa rodeado de todo el equipo de trabajadores del Versailles; en otra, el senador John McCain aparece concentrado en una conversación a la mesa sin prestar atención al fotógrafo. O Celia Cruz, la “reina de la salsa” en un primer plano.
Es el interés humano que desprende este archivo fotográfico, aún sin concluir y realizado en colaboración con el History Miami Museum, lo que hace de esta muestra una gran fiesta de la memoria, un testimonio que trasciende como experiencia compartida y transmitida.
Esto es así hasta el punto de que un buen número de clientes envió sus historias personales, fotografías y recuerdos ligados al restaurante cuando la familia propietaria comunicó su intención de crear un archivo público con material gráfico.
De hecho, comentó con humor Alexandra Valls, una señora muy mayor se acercó un día que estaban terminando de instalar las fotografías y le preguntó por qué no estaba su foto allí.
Ante la sorpresa de Valls, la mujer le dijo que había trabajado de camarera en el restaurante hacía cerca de 40 años. “Le pedí la foto de ella con sus compañeras, pero no me la dio. Me la trajo escaneada”, dijo riendo.
Valls cree que esta colección de fotografías íntimamente ligadas a la historia y la vida cotidiana de la comunidad cubana de Miami, de su diáspora, acabarán por quedarse de forma permanente en el restaurante.
La muestra supone también la oportunidad de disfrutar contemplando recuerdos fijados en fotografías que son inseparables del ambiente del restaurante: del trajín de camareras cargando bandejas y platos y del bullicio de su animada clientela.
A la postre, “la gente siempre vuelve al Versailles”, sentenció, feliz.
(Por Emilio J. López - EFE)
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