Los Biden retomaron este año una tradición de tres décadas para su familia, visitar todos juntos el pequeño poblado de Nantucket, en la isla de Cape Cod, estado de Massachusetts, para celebrar la fiesta familiar. La última vez que habían pasado Acción de Gracias allí fue en 2019, cuando el mandatario demócrata estaba en plena campaña para convertirse en el candidato a la presidencia que finalmente lo llevaría a la Casa Blanca. El año pasado, un grupo reducido de familiares se encontró en Delaware, donde Biden vivió hasta mudarse a Washington para trabajar en el salón oval.
Si bien el día de Acción de Gracias se celebra mañana jueves (la fiesta es siempre el último jueves del mes de noviembre), como muchos otros estadounidenses, los Biden decidieron hacer de esta fiesta unas vacaciones de varios días. El presidente Biden y la primera dama arribaron a Nantucket el martes por la noche y se quedarán allí hasta el domingo.
Junto a la pareja presidencial se encuentra su hijo Hunter Biden y su esposa Melissa Cohen. También es parte del recreo familiar la otra hija de la pareja, Ashley Biden, y los nietos del presidente: Beau, Finnegan, Hunter, Maisy, Natalie y Naomi, quien viajó junto a su prometido, Peter Neal.
La Casa Blanca confirmó que los Biden, tal como lo han hecho en el pasado, se están hospedando en la casa del multimillonario David Rubenstein, amigo personal del presidente desde hace al menos tres décadas.
Pero cuando una persona es el líder del mundo libre, nada puede ser enteramente normal. Junto a la familia hay un amplio operativo de seguridad. Un avión de carga de la flota presidencial, Air Force, descargó en la isla dos camionetas blindadas en caso de que algún miembro de la familia desee salir de la casa.
Nantucket tiene un pequeño aeropuerto internacional, cuyo protocolo de seguridad fue modificado entre el martes y el domingo debido a los ilustres visitantes. Han informado a los pasajeros que arriben al aeropuerto con más tiempo del normal porque los controles serán más exhaustivos. La medida afecta inclusive a los pilotos y asistentes de vuelo que arriben a este aeropuerto. Durante determinados horarios habrá además limitadas restricciones de vuelo. Esto es habitual cuando el presidente está a punto de arribar o salir de un aeropuerto, otros aviones no están autorizados a volar en el mismo horario.
Si bien Biden está oficialmente de vacaciones, no ha cedido el mando a la vicepresidente Kamala Harris, como ocurrió a comienzos de semana cuando le realizaron una colonoscopía al presidente. Desde Cape Cod Biden está atendiendo su agenda presidencial.
Cape Cod es un destino tradicional para la alta sociedad estadounidense tanto en invierno como en verano. Sus playas han visto veranear a las familias patricias del país por décadas, y en invierno, muchos utilizan las fabulosas mansiones de la zona para refugiarse del intenso frío.
Los visitantes más reconocidos de esta isla han sido por décadas los Kennedy. Las diversas generaciones de esta familia de políticos han pasado inviernos y veranos en fabulosas casas del norte de Massachusetts de donde son oriundos.
El presidente Barack Obama y su familia pasaron varios veranos en Martha’s Vineyard, otro famoso balneario de la zona, mientras estaban en la Casa Blanca. Inclusive, hay coincido allí con los Biden, sus amigos y socios políticos. Tras abandonar la presidencia, Obama compró una casa en Edgartown, otra de las zonas más exclusivas de esta isla.
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