La absolución el pasado viernes del adolescente Kyle Rittenhouse, acusado del asesinato de dos personas durante los disturbios que se sucedieron tras las protestas raciales en Kenosha (Wisconsin) en agosto de 2020, ha desembocado en varias manifestaciones en contra del veredicto en ciudades como Nueva York, Portland o la propia localidad de Kenosha.
En la noche del 25 de agosto de ese año, Rittenhouse viajó con un fusil de asalto semiautomático desde Antioch, en el estado de Illinois, hasta Kenosha para, aseguró, proteger la propiedad privada de los disturbios y saqueos en los que derivó la protesta por la muerte a tiros de Jacob Blake, un hombre negro, a manos de un policía.
En Nueva York han sido detenidas cinco personas en el barrio de Queens, donde se han registrado también algunos daños materiales, según ha informado la Policía de la ciudad. Unos 300 manifestantes también se reunieron frente al Barclays Center de Brooklyn para denunciar el veredicto como un ejemplo de doble rasero racial en el sistema judicial estadounidense.
Las protestas se han repetido en la ciudad de Portland, donde cerca de 200 personas protagonizaron una violenta concentración frente al Centro de Justicia de la ciudad. Algunos grupos de manifestantes, vestidos de negro de pies a cabeza, rompieron a pedradas las ventanas de edificios adyacentes y atacaron a un equipo de reporteros de la filial local de la cadena ABC, KATU. Al menos una persona fue detenida.
La ciudad de Kenosha también fue escenario de manifestaciones tras la absolución de Rittenhouse, según informó la filial de la CBS, la WDJT. Una mujer fue detenida frente al juzgado del condado de Kenosha por criticar al juez instructor, Bruce Schroeder, con una pintada en el suelo del juzgado que rezaba “El juez debe marcharse”.
Rittenhouse, que ahora tiene 18 años, enfrentó cargos de homicidio intencional, imprudente, intento de homicidio y puesta en peligro imprudente.
El adolescente que en el momento de los asesinatos tenía 17 años, disparó y mató a Joseph Rosenbaum, de 36 años, y Anthony Huber, de 26, e hirió a Gaige Grosskreutz, que tenía 26 en ese momento. Rittenhouse testificó que disparó en defensa propia y se declaró inocente de todos los cargos.
Incluso mientras el jurado sopesaba la evidencia, aún pesaban sobre el caso dos solicitudes de la defensa para declarar nulo el juicio, con la posibilidad de revocar el veredicto en caso de que sea condenatorio. En una de las solicitudes se le pidió al juez que vaya aún más allá y le prohíba a la fiscalía llevar a cabo un nuevo juicio contra Rittenhouse.
El proceso, revelador de las fracturas en la sociedad estadounidense respecto a las armas de fuego, el derecho a la autodefensa y el movimiento antirracista Black Lives Matter, ha sido ampliamente difundido en el país, que esperaba con ansias un veredicto.
En el proceso compareció libre, luego de que quienes lo apoyaban pagaran la fianza de dos millones de dólares.
El joven es actualmente un referente en ciertos círculos de derecha para los cuales la gran movilización contra la violencia policial en el verano boreal de 2020 fue obra de “antifascistas” o “anarquistas”.
Por el contrario, para la izquierda, Rittenhouse encarna los excesos de la cultura de las armas y del derecho a la autodefensa.
(Con información de Europa Press y AFP)
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