Una maestra de Florida hospitalizada con COVID-19 murió después de que su esposo trató infructuosamente por medios judiciales obligar a los médicos a tratarla con ivermectina, un medicamento popular entre los escépticos de los tratamientos aceptados a pesar de la falta de estudios que demuestren su eficacia.
Tamara Drock, de 47 años y con algunas comorbilidades, murió el viernes, 12 semanas después de quedar hospitalizada en el Centro Médico Palm Beach Gardens, dijo Ryan Drock al diario Palm Beach Post.
El mes pasado demandó al hospital para tratar de obligar a los médicos a darle ivermectina, un medicamento que se usa para tratar los trastornos provocados por parásitos, habitualmente en caballos. La Administración de Alimentos y Medicamentos no ha aprobado la droga para el tratamiento de COVID-19 porque no ha resultado efectiva en las pruebas preclínicas.
El juez James Nutt rechazó la demanda de Drock, según dijo, porque permitir que un juez invalide la decisión de un médico sentaría un precedente peligroso.
Exhortó a los Drock y al hospital a llegar a un acuerdo por su cuenta. Un acuerdo fracasó cuando un médico aceptó suministrar ivermectina a una dosis que el abogado de la familia consideró demasiado baja, informó el Post. En los últimos meses se han registrado numerosos casos de intoxicaciones graves por sobredosis de ivermectina.
Tenet Healthcare, propietaria del hospital, no respondió a los pedidos de declaraciones, dijo el diario.
Ryan Drock, que se contagió el COVID y se recuperó, dijo que no cejará en sus esfuerzos. “Espero que le pongan su nombre a una ley para que nadie más tenga que pasar por esto”, dijo Drock. “Si hubiera salido del hospital, hubiera podido obtener el medicamento”.
(Con información de AP)
SEGUIR LEYENDO: