Estados Unidos ha acusado este lunes a Rusia de poner en peligro la integridad de la Estación Espacial Internacional con la destrucción “imprudente” de uno de sus propios satélites, provocando que los astronautas se hayan tenido que refugiar de la lluvia de miles de pedazos de basura espacial que ha estado cayendo.
El Departamento de Estado estadounidense ha asegurado que Rusia ha destruido con un misil uno de sus propios satélites. Un ensayo balístico que hasta el momento ha dejado “más de 1.500 piezas de basura espacial” desperdigada, que amenaza con hacer peligrar “los intereses de todas las naciones”.
“Esta prueba supone un aumento significativo de los riesgos a los que están expuestos astronautas y cosmonautas en la Estación Espacial Internacional”, así como para el resto de actividades relacionadas con los viajes al espacio, ha contado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quien ha apuntado que la Administración ya había hablado “varias veces con altos funcionarios rusos para advertirles de la irresponsabilidad y peligrosidad de la prueba”.
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha trasladado que estos hechos “demuestran claramente” que Rusia “está dispuesta a poner en peligro la sostenibilidad a largo plazo del espacio exterior”, así como “poner en peligro la exploración y uso” del espacio por parte del resto de las naciones.
En este sentido, ha manifestado que la Administración estadounidense trabajará, en colaboración con sus aliados y socios, para responder a este “acto irresponsable”, al mismo tiempo que ha invitado al resto de países a que se unan para acordar una serie de “normas de comportamiento responsable”.
“Exhortamos a todas las naciones espaciales responsables a que se unan a nosotros en los esfuerzos por desarrollar normas de comportamiento responsable y se abstengan de realizar pruebas destructivas, peligrosas e irresponsables como las llevadas a cabo por Rusia”, ha trasladado el secretario de Estado en un comunicado difundido por el Departamento.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional se ha visto obligados este lunes a primera hora a refugiarse en un par de cápsulas especiales después de que una nube de desechos espaciales amenazara con pasar cerca de las instalaciones.
Los astronautas de la NASA Tom Marshburn, Raja Chari y Kayla Barron, junto con Matthias Maurer de la Agencia Espacial Europea, se han refugiado en la nave espacial Crew Dragon; mientras que los cosmonautas rusos Anton Shkaplerov, Pyotr Dubrov y el astronauta de la NASA Mark Vande Hei se refugiaron en la cápsula Soyuz.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, ha criticado que Rusia no haya puesto en conocimiento de las autoridades estadounidenses la prueba de misiles que habría realizado por lo que Washington, ha adelantado, pedirá revisar la normas sobre las actividades espaciales para confirmar qué puede “ser utilizado de manera responsable” por todas las naciones presentes en el cosmos.
Por su parte, el administrador de la NASA, Bill Nelson, ha suscrito las palabras del secretario de Estado y ha trasladado su incredulidad ante los hechos protagonizados por Moscú pues “también ponen en peligro a sus propios cosmonautas”.
(Con información de AFP)
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