Estados Unidos aplicará nuevas sanciones contra la dictadura de Daniel Ortega tras la farsa electoral en Nicaragua

El secretario de Estado norteamericano Antony Blinken advirtió que Washington seguirá promoviendo “la rendición de cuentas de los cómplices en el apoyo a los actos antidemocráticos del gobierno de Ortega-Murillo”

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El secretario de Estado de EEUU Antony Blinken (Andrew Caballero-Reynolds/REUTERS)
El secretario de Estado de EEUU Antony Blinken (Andrew Caballero-Reynolds/REUTERS)

Estados Unidos amenazó este lunes con imponer nuevas sanciones a Nicaragua después de que el dictador Daniel Ortega fuera declarado vencedor de unas elecciones “no democráticas”.

“El presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo de Nicaragua se han declarado ganadores en las elecciones nacionales cuyo resultado era previsible desde hace tiempo”, comienza el comunicado firmado por el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken. “Ha privado a los nicaragüenses de la posibilidad de que haya verdaderas opciones, al disolver a todos los partidos de oposición genuinos y encarcelar a todos los principales candidatos presidenciales. Estos actos de represión y manipulación electoral, que han recibido el repudio de los nicaragüenses y de la comunidad internacional, privan a los comicios del 7 de noviembre de toda trascendencia verdadera. El gobierno de Ortega-Murillo negó a los nicaragüenses el derecho a votar en elecciones libres y justas y privó ilegalmente de su libertad a casi 40 personas”.

“Si bien Ortega y Murillo pueden permanecer atrincherados en el poder, la elección antidemocrática de Nicaragua no les proporciona ni puede proporcionarles ningún mandato democrático para gobernar, ni tiene entidad para hacerlo”, dijo Blinken. “Y si bien sostienen estar ‘defendiendo la soberanía nacional en su respuesta a la condena internacional a su gravísimo comportamiento, los líderes democráticos saben que la verdadera soberanía nace de la ciudadanía —de los votantes— y solamente los gobiernos que llevan a cabo elecciones libres y justas pueden sostener de manera creíble que representan la voluntad popular”.

Así, asegura que “Estados Unidos se une a otras democracias de la región y del mundo en la condena a esta subversión de las normas democráticas. Acompañamos al pueblo nicaragüense y apoyamos a quienes buscan restablecer la democracia”.

“Continuaremos usando la diplomacia, las acciones coordinadas con nuestros aliados y socios regionales, las sanciones y las restricciones de visado” para que “los cómplices en el apoyo a los actos no democráticos del gobierno de Ortega-Murillo rindan cuentas”.

Un hombre camina junto a una pancarta que representa al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y a la vicepresidenta, Rosario Murillo (REUTERS/Stringer)
Un hombre camina junto a una pancarta que representa al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y a la vicepresidenta, Rosario Murillo (REUTERS/Stringer)

“Nos proponemos trabajar con otros gobiernos democráticos, incluso en el ámbito de la Asamblea General de la OEA, del 10 al 12 de noviembre, para reclamar el restablecimiento de la democracia mediante elecciones libres y justas y el pleno respeto de los derechos humanos en Nicaragua. El primer paso para esto debe ser la liberación inmediata e incondicional de quienes han sido encarcelados de manera indebida”.

Y finalizó: “Por más que el actual gobierno nicaragüense ya no sea democrático, la nación de Nicaragua sigue siendo un miembro de la comunidad internacional comprometido los principios democráticos. El pueblo nicaragüense merece gozar de las libertades y los derechos que se respetan en una democracia”.

Las autoridades nicaragüenses han detenido a siete candidatos presidenciales desde junio, prácticamente asegurando un cuarto mandato consecutivo de Ortega y Murillo.

Estados Unidos ya ha impuesto sanciones a Ortega, Murillo y varios nicaragüenses en su círculo íntimo por acciones en el período previo a las elecciones del domingo.

Ortega, quien el jueves cumplirá 76 años, fue reelegido el domingo con el 75% de los votos, según resultados parciales.

El ex guerrillero sandinista asumirá otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), junto a Murillo, de 70, que será vicepresidenta por segunda vez.

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