El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo este miércoles que intentará desarrollar un “marco económico para el Indopacífico”, una política sobre la que apenas ofreció detalles pero que supondría un nuevo paso en su estrategia para contrarrestar la pujanza de China.
Biden hizo el anuncio durante su participación virtual en la cumbre de Asia Oriental, organizada en el marco de la reunión de jefes de Gobierno y Estado de la ASEAN y socios externos, y que este año se celebra de manera telemática debido al COVID-19.
“El presidente Biden anunció que Estados Unidos explorará con aliados el desarrollo de un marco económico para el Indopacífico”, indicó la Casa Blanca en un comunicado después de la intervención de Biden, que estuvo cerrada a la prensa.
Ese marco “definirá los objetivos compartidos” de Estados Unidos y países del Indopacífico “en cuanto a la facilitación del comercio, los estándares para la economía y la tecnología digital, la resiliencia de las cadenas de suministro, la descarbonización y la energía limpia”, señaló la Casa Blanca.
El marco también permitiría abordar otros temas “de interés común”, como la “infraestructura y los estándares para los trabajadores”, agrega la nota oficial.
La Casa Blanca no dio inmediatamente más detalles sobre qué implicaría ese marco económico, y si podría suponer el desarrollo de un nuevo acuerdo comercial multilateral, cuatro años después de que el ex presidente Donald Trump retirara a Estados Unidos del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica).
Desde que llegó al poder en enero, Biden ha evitado comprometerse con cualquier negociación para un acuerdo comercial y ha preferido centrarse en cambio en revitalizar la economía estadounidense a nivel interno.
Algunos expertos, sin embargo, han alertado de que Estados Unidos está dando vía libre a China, que el año pasado firmó con una quincena de países de Asia y Oceanía el mayor tratado de libre comercio del mundo, llamado Asociación Económica Regional (RCEP).
Aaron Connelly, un especialista en el sureste asiático en el centro de estudios International Institute for Strategic Studies, opinó en Twitter que el anuncio de Biden “ayudará probablemente” a reducir las críticas de que la Casa Blanca “no tiene una respuesta a China en el plano económico”.
Lo que sí ha prometido la Casa Blanca es presentar el año que viene una iniciativa, que tiene el respaldo del G7, para invertir en infraestructuras en países en desarrollo de Latinoamérica y el Caribe, África y el Indopacífico, y que se llamará Build back better for the world (Reconstruir mejor para el mundo).
En su participación en la cumbre de Asia Oriental, Biden también “expresó su preocupación sobre las amenazas” al “orden internacional basado en reglas”, y dejó claro que “Estados Unidos seguirá apoyando a sus aliados” en lo relativo a “la democracia, los derechos humanos, la legalidad y la libertad de navegación”, según la Casa Blanca.
En la citada cumbre participaron los líderes de Estados Unidos, China, India, Rusia, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, además de los de casi todos los países socios de la ASEAN: Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
El único socio de la ASEAN que se ausentó de la cumbre fue Birmania, debido a la reticencia de la junta militar a seguir los acuerdos alcanzados en abril en el seno de esa asociación multilateral para solventar la profunda crisis que vive el país tras el golpe de Estado del pasado 1 de febrero.
(Con información de EFE)
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