El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, anunció este lunes que el Departamento de Estado establecerá una nueva oficina y un representante para manejar una política digital y ciberespacial, renovándose en medio de la alarma por el aumento de ataques de piratas informáticos.
En un memorando dirigido al personal, Blinken dijo que una revisión mostró la necesidad de cambios estructurales sobre “cómo el Departamento de Estado debería adaptarse a los desafíos del siglo XXI”, lo que proporcionará “un mayor liderazgo y responsabilidad para impulsar la agenda diplomática dentro de la interinstitucionalidad y en el exterior”.
El líder de la diplomacia estadounidense anticipó que proporcionaría más detalles en un discurso el miércoles en el Foreign Service Institute, el centro de capacitación del Departamento de Estado en los suburbios de Washington.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, precisó a los periodistas que el enviado se centrará en “tres áreas clave: seguridad del ciberespacio internacional, política digital internacional y libertad digital”. El titular del área será un embajador que debe ser confirmado por el Senado para dirigir la oficina.
El impulso digital se produce en medio de una creciente preocupación sobre la necesidad de Estados Unidos de prepararse para un conflicto prolongado y una disrupción en el frente cibernético.
Microsoft declaró el lunes que un grupo de piratas informáticos ruso detrás de los ciberataques masivos de SolarWinds, el año pasado, estaba detrás de un nuevo asalto contra objetivos estadounidenses y europeos. El ataque se produce a pesar de las advertencias que hizo el presidente Joe Biden en la reunión de junio con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Otro de estos ataques contra el operador de oleoductos Colonial Pipeline provocó una escasez temporal de suministro de combustible en la costa este de Estados Unidos. Los piratas informáticos también atacaron una empresa agrícola de Iowa, lo que hizo temer que se interrumpiera la cosecha de cereales en el Medio Oeste.
Hace dos semanas, el Departamento del Tesoro dijo que en los primeros seis meses de este año se realizaron pagos sospechosos por ransomware (o chantaje informático) por un total de 590 millones de dólares.
(Con información de AFP y Reuters)
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