El gobierno federal estadounidense nuevamente pidió a los tribunales que bloqueen una ley en Texas que prohíbe la gran mayoría de los abortos, mientras aumenta la cantidad de mujeres que están yendo a otros estados para hacerse el procedimiento.
El intento más reciente ocurrió la tarde del lunes, tres días después de que el Tribunal de Apelaciones del 5to Distrito reinstauró la ley, luego de un lapso de 48 horas en el que las clínicas reabrieron con base en el dictamen favorable de otro tribunal.
Los próximos días serán decisivos para la ley, la más restrictiva contra el aborto en todo Estados Unidos. Existe incluso la posibilidad de que la Corte Suprema se involucre en el asunto.
La ley prohíbe los abortos una vez detectado el latido cardiaco fetal, lo cual usualmente ocurre a las seis semanas de concepción, pero antes de que por lo general una mujer se entere de que está embarazada. Si bien en otros estados los intentos de los republicanos de ilegalizar el aborto han sido frustrados por los tribunales, en este caso el intento ha prosperado porque la ley deja en manos de ciudadanos particulares —no las autoridades— la vigilancia de su cumplimiento, incluso ofreciendo una recompensa de 10.000 dólares a quienes demanden con éxito a alguien que practique un aborto.
“Si la trama de Texas se permite, no quedará derecho constitucional a salvo de un sabotaje estatal de este tipo”, afirmó el Departamento de Justicia en su pedido al tribunal.
En términos aparentemente diseñados para enviar un mensaje a la Corte Suprema, el Departamento de Justicia mencionó la posibilidad de que, si prosperan, los argumentos a favor de la ley de Texas podrían ser usados para anular fallos anteriores de la corte sobre fondos para campañas políticas y sobre la tenencia de armas.
No queda claro cuándo se pronunciará el tribunal del 5to circuito en torno a extender o no la orden temporal que permite dejar en pie la ley de Texas. El tribunal le dio a la fiscalía general de Texas hasta el jueves para responder a los argumentos del Departamento de Justicia.
En años recientes, leyes similares han sido aprobadas en otros estados, y luego bloqueadas en los tribunales porque violaban el precedente sentado por la Suprema Corte en el caso de Roe contra Wade, que en 1973 garantizó el derecho de las mujeres a abortar hasta que el feto sea viable fuera del útero, alrededor de las 22 semanas de embarazo.
Más allá de lo que suceda en Texas, el derecho al aborto sigue bajo ataque ahí y en otros estados, dijo la portavoz Jen Psaki, por lo que Biden apoya los esfuerzos para inscribir la jurisprudencia de Roe contra Wade en leyes y “seguirá del lado de mujeres en todo el país para proteger sus derechos constitucionales”.
(Con información de AP)
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