La secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, advirtió este martes que es probable que la agencia administradora agote el 18 de octubre las medidas para seguir financiando al Gobierno y se quede sin efectivo, a menos que el Congreso eleve el límite de endeudamiento federal.
Después de esa día, “el Tesoro se quedaría con recursos muy limitados que se agotarían rápidamente. No es seguro que podamos seguir cumpliendo todos los compromisos de la nación después de esa fecha”, dijo.
Su advertencia llega horas después de que los republicanos en el Senado voten en contra y bloqueen un proyecto de ley que proponía elevar el techo de deuda y que ya había sido aprobado por los demócratas en la Cámara de Representantes para suspender el límite hasta diciembre del próximo año.
Ante este escenario, la Administración de Joe Biden enfrenta dos carreras contra el tiempo. La primera vence la medianoche del jueves al viernes, cuando el Gobierno se verá abocado a un cierre parcial administrativo por falta de fondos.
La segunda a mediados de octubre, que ahora ya tiene fecha, estimada por Yellen, cuando Estados Unidos podría entrar en suspensión de pagos de su deuda nacional, lo que conllevaría duras consecuencias: las tasas de interés de la deuda estadounidense se dispararían, la bolsa caería, y decenas de millones de soldados y jubilados no tendrían ingresos. Además, podría ocurrir una nueva recesión con millones de empleos perdidos.
Este martes, Yellen también repitió que un incumplimiento de la deuda provocado por la incapacidad del Congreso de levantar el límite de la deuda federal afectaría la plena fe y el crédito de Estados Unidos “y nuestro país probablemente enfrentaría una crisis financiera y una recesión económica”. Pero añadió que todavía esperaba que el límite de la deuda se pudiera aumentar de forma bipartidista.
En su declaración preparada para una audiencia del Comité Bancario del Senado, Yellen también comentó que la recuperación de una recesión inducida por la pandemia de COVID-19 sigue siendo “frágil pero rápida”.
“Si bien nuestra economía continúa expandiéndose y recuperando una parte sustancial de los empleos perdidos durante 2020, los desafíos significativos de la variante Delta continúan suprimiendo la velocidad de la recuperación y presentan barreras sustanciales para una economía vibrante”, anotó. “Aún así, sigo siendo optimista sobre la trayectoria a mediano plazo de nuestra economía y espero que volvamos al pleno empleo el próximo año”.
Límite de deuda
Esta situación sobre el techo de deuda, que lleva a Estados Unidos al abismo cada pocos años, se produce porque el Gobierno gasta mucho más dinero del que obtiene a través de impuestos federales. Solo en 2021, se estima que el Gobierno incurrirá en unos gastos de 5,8 billones y tendrá 3,5 billones de ingresos, lo que dejará un déficit de 2,3 billones, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.
El Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
En la votación del martes, los republicanos argumentaron que no están de acuerdo en aprobar los fondos para el Gobierno y el endeudamiento bajo un mismo paraguas.
Los legisladores han negociado el aumento del límite de la deuda durante décadas. Pero la voluntad de llevar a la mayor economía del mundo al borde del abismo se remonta a 2011, cuando los republicanos se propusieron frenar el gasto de los demócratas y utilizaron el límite para conseguirlo.
“La mayoría de los dirigentes (republicanos) consideran que el enfrentamiento sobre el límite de la deuda de 2011 fue, en última instancia, un éxito, ya que pudieron obligar (al entonces presidente Barack Obama) a firmar lo que fue el mayor proyecto de ley de recorte del gasto en décadas sin que se produjera un impago”, dijo Brian Riedl, quien entonces era economista jefe del senador republicano Rob Portman.
El acuerdo que cerraron estaba destinado a reducir el gasto del gobierno en el transcurso de los años.
Pero no se cumplió: la deuda nacional y el déficit presupuestario de Estados Unidos se han disparado en los años siguientes debido al gasto de los presidentes republicanos y demócratas.
(Con información de AFP, Reuters)
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