El estatus de protección temporal, TPS por sus siglas en inglés, para los ciudadanos de El Salvador, Nicaragua, Honduras, Haití, Sudán y Nepal fue extendido según anunció el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. La extensión es hasta el 31 de diciembre de 2022.
Cabe aclarar que es una extensión del programa existente y no una nueva designación, lo que implica que ampara a aquellos que ya tienen un TPS pero no abre posibilidades para que nuevas personas lo soliciten.
El TPS es un programa del gobierno de los Estados Unidos mediante el cual a personas de determinados países que sufrieron tragedias naturales o que han vivido incidentes violentos, pueden vivir y trabajar en EEUU de manera legal. Es un programa a total discreción del poder ejecutivo que no requiere aprobación del Congreso.
Sin embargo, no es un estatus migratorio. Por ende, hay personas que llevan décadas con este tipo de protección (que se renueva cada año y medio), sin posibilidad de acceder a una residencia y eventualmente volverse ciudadanos de los Estados Unidos.
Actualmente hay en el país unos 319 mil beneficiarios de este programa, a los que se sumarán unos 427 mil más que pasaron a ser elegibles desde que la administración Biden anunció que ampliaba el programa para ciudadanos venezolanos.
El Salvador tiene 198.420 ciudadanos viviendo en Estados Unidos bajo este programa, siendo el principal país beneficiado por esta política, seguido por Honduras con 60.350 personas, Haití con 40.865 y Nepal con 10.160.
En el caso de los venezolanos, en un principio tenían 6 meses para inscribirse en el programa. Sin embargo, debido a las complicaciones por COVID-19, las autoridades decidieron extender el período de inscripción 18 meses más, haciéndolo disponible hasta el 9 de septiembre de 2022.
Una vez que el gobierno acepta a los ciudadanos de un país como elegibles para el TPS, impone restricciones. Por ejemplo, esos ciudadanos tienen que encontrarse ya viviendo en Estados Unidos hasta una determinada fecha antes de podar solicitar el beneficio. Si la persona cumple con los requisitos, el trámite tiene un costo de alrededor de 300 dólares, en concepto de tasas, convirtiéndolo así en uno de los procesos migratorios más económicos en el país.
Si bien hay muchos beneficios que se desprenden del TPS, la crítica constante desde las organizaciones de inmigrantes es que no ofrece estatus migratorio, dejando en el fondo a las personas en un limbo. No ha pasado en décadas, pero puede llegar a haber un gobierno que decida no extender el TPS para algún país y de inmediato esas personas deben retirarse de los Estados Unidos.
El argumento del gobierno de Estados Unidos es que se trata de un programa de ayuda temporal mientras hay un conflicto en el país de origen, y que la idea es que las personas vuelvan una vez que se solucionen.
Pero en el caso de algunas naciones del caribe, hace ya más de 20 años que algunos de sus ciudadanos viven en Estados Unidos amparados por el TPS. Incluso si la situación se resolviera en el país de origen, esas personas ya tienen raíces en este país.
El presidente Joe Biden prometió que una reforma migratoria estaría entre las prioridades de su administración.
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