Los nueve miembros de la junta escolar de Miami-Dade, el cuarto distrito de escuelas públicas más grande del país, votaron de manera unánime para que se le dé un incentivo de 250 dólares a cada empleado de las escuelas que de manera voluntaria demuestre que está completamente vacunado.
La medida es una vuelta legal al pedido de pruebas de vacunación, que en el estado de Florida por decisión del gobernador Ron DeSantis es ilegal. De esta manera, las escuelas no están exigiendo prueba de vacunación, sino que están recompensando a los que voluntariamente la muestren.
“Pienso que estamos haciendo lo correcto. Con el incentivo económico adecuado, podemos estar cerca de garantizar que nuestra fuerza trabajadora se convierta en el grupo de trabajadores -quizás más grande en la nación- en estar completamente vacunado. Estamos ya muy, muy cerca, y creo que esta medida nos va a dar el empujón final para llegar al objetivo”, declaró durante la reunión el superintendente Alberto Carvalho.
En total son 40 mil personas entre empleados a tiempo completo y algunos de medio tiempo con contratos permanentes los que pueden recibir los 250 dólares. En un principio el incentivo iba a ser solo para los trabajadores de tiempo completo, pero como el objetivo es tener al 100% de los empleados vacunados, extendieron el beneficio.
Hasta esta semana, 330 estudiantes y 195 empleados del sistema escolar fueron diagnosticados con COVID-19 desde que comenzaran las clases el pasado 23 de agosto. La variante Delta desató los contagios en todo el país, y particularmente en Florida.
Sin embargo, en Miami-Dade los números de contagios y hospitalizaciones se están reduciendo. Probablemente porque el condado tiene uno de los porcentajes más altos de vacunación entre la población elegible de todo el estado.
En julio, cada cien mil habitantes, 736 estaban contagiados de COVID-19. Hoy, la cifra bajó a 417 cada cien mil habitantes. Con más vacunación, se espera que la cifra mejore más aún.
En las escuelas, de todas maneras, hay otros protocolos más allá de la vacunación, en pie. A los estudiantes y empleados se les exige que utilicen máscaras mientras están dentro de los colegios, aunque si los padres prefieren que sus hijos no utilicen las máscaras, pueden firman un documento oponiéndose. De los cerca de 325 mil alumnos de las escuelas públicas del condado, sólo los padres de 79 firmaron que no quieren que sus hijos usen máscaras.
Entre las infecciones recientes en el condado, el 27% representan contagios pediátricos, por eso la junta escolar está tan preocupada por el tema.
“Además para esos padres, si su hijo está contagiado, es el 100 por ciento. No podemos minimizar este hecho”, agregaba el superintendente.
Desde la vuelta a clases, al menos 13 empleados del sistema de educación fallecieron a consecuencia del COVID 19. Ninguno de ellos estaba vacunado.
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