California, el estado más poblado de los Estados Unidos, está a punto de decidir si quiere que su gobernador demócrata, Gavin Newsom, continúe en el poder. Y es que hace un año atrás fueron miles los que se molestaron por cómo Newsom estaba llevando adelante la respuesta ante la pandemia y juntaron miles de firmas que les permitieron organizar un referendo revocatorio.
Newsom tomó algunas de las medidas más estrictas del país en torno a la pandemia. Los comercios estuvieron cerrados en California por mucho más tiempo que en otros estados, generando una gran crisis económica, y las escuelas se mantuvieron sin clases presenciales hasta muy entrado 2021, cuando en otros estados los niños asisten al colegio desde septiembre del año pasado.
Pero también es cierto que California tiene uno de los índices de vacunación más altos del país, y que incluso en medio de la cuarta ola de COVID-19, los números de nuevos contagios y hospitalizaciones en el estado son considerablemente más bajos que en otras regiones como Florida y Texas.
Todos estos argumentos están jugando a favor y en contra de Newsom en la última semana de campaña antes del referendo. El gobernador está recorriendo el estado a lo largo y a lo ancho destacando lo que cree positivo de su labor.
Justamente el tema del manejo de COVID es lo que diferencia a Newsom de la mayoría de los candidatos republicanos que están en la boleta del martes próximo. El que tiene mayores posibilidades de ganar, según las encuestas, es el conductor radial conservador Larry Elder, quien promete eliminar las normas de uso obligatorio de máscaras para empleados públicos y estudiantes de escuelas, así como descartar el pedido de pruebas de vacunación.
“Su modelo es Florida, Texas y Mississippi. Nosotros tenemos uno de los índices de positividad más bajos del país. Ellos tienen los más altos”, se le ha oído decir en varias oportunidades a Newsom durante la campaña.
Como artillería pesada a favor del gobernador, el próximo lunes se espera que el presidente Joe Biden viaje a California para darle su apoyo. Y la vicepresidente Kamala Harris está hoy en su California natal para participar de varios eventos en el área de San Francisco a favor de Newsom.
Los demócratas además están utilizando el argumento del aborto para apoyar a Newsom. De cara a la nueva ley que limita casi todos los casos de abortos en Texas, el tema ha revivido en el país y en California se ha convertido en un tema de campaña.
“Imagínense los jueces que un gobernador republicano apuntaría. Imagínense cómo usaría el veto para recortar derechos de salud reproductiva y de la mujer”, repitió varias veces Newsom en su recorrida por el estado.
Pero los republicanos tienen sus armas también. Desde todo el país ha llovido el capital a favor de los candidatos republicanos, y buena parte de las empresas de California han decidido donar a favor de la oposición al considerar a Newsom como un gobernador que pone trabas al desarrollo económico.
Los votantes deberán responder dos preguntas en el referendo. La primera, si creen que Newsom debe ser removido de su cargo. Si más del 50% de los votantes creen que sí, entones cobra valor la segunda pregunta en la que se ofrece una lista de candidatos que se están postulando a la gobernación. En caso de que gane la opción de sacar a Newsom de su puesto, quien logre una mayoría simple en la segunda pregunta será el próximo gobernador de California.
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