El presidente estadounidense, Joe Biden, viajará el próximo sábado 11 de septiembre a Nueva York, Pensilvania y Virginia para asistir a los actos organizados para conmemorar a las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, anunció la Casa Blanca.
Biden se trasladará junto a la primera dama, Jill Biden, a la ciudad de Nueva York, a Shanksville (Pensilvania) y Arlington (Virginia), donde “honrarán y recordarán las vidas perdidas hace 20 años”, apuntó la nota difundida este sábado.
También ese día la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y su esposo, Doug Emhoff, viajarán a un evento separado en Shanksville y posteriormente se unirán a la pareja presidencial para el acto en el Pentágono, ubicado en Arlington.
Los ataques de septiembre de 2001, en los que fallecieron cerca de 3.000 personas, supusieron el mayor atentado terrorista de la historia del país.
Este viernes, Biden ordenó desclasificar documentos hasta ahora secretos sobre la investigación que llevó a cabo el FBI para aclarar estos atentados. La medida fue tomada como un gesto de apoyo a las familias de las víctimas que llevan tiempo buscando los registros con la esperanza de implicar al gobierno saudí.
El mandatario firmó una orden ejecutiva que ordena al Departamento de Justicia y a otras agencias gubernamentales revisar los documentos con el objetivo de que el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, los publique durante los próximos seis meses, indicó el viernes la Casa Blanca.
La orden, que llegó poco más de una semana antes del 20º aniversario de los atentados, es un momento significativo en una disputa de años entre el gobierno y las familias sobre qué información clasificada sobre los preparativos de los atentados puede hacerse pública. Ese conflicto se puso de manifiesto el mes pasado, cuando unos 1.800 familiares, supervivientes y primeros intervinientes se manifestaron en contra de la participación de Biden en los actos conmemorativos del 11-S si los documentos seguían desclasificados.
“Los acontecimientos significativos en cuestión ocurrieron hace dos décadas o más, y se refieren a un momento trágico que sigue resonando en la historia de Estados Unidos y en las vidas de tantos estadounidenses”, afirma la orden ejecutiva. “Por lo tanto, es fundamental garantizar que el Gobierno de los Estados Unidos maximice la transparencia, recurriendo a la clasificación sólo cuando sea estrictamente necesario”.
La medida ordena al Departamento de Justicia y a otros organismos del poder ejecutivo que inicien una revisión de la desclasificación y exige que los documentos desclasificados se hagan públicos en los próximos seis meses.
(Con información de EFE)
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