Un caimán de gran tamaño le arrancó el brazo a un hombre mientras caminaba por una zona de Luisiana inundada por las lluvias que trajo el huracán Ida, y ahora el hombre está desaparecido, informó la oficina del alguacil.
La esposa del hombre de 71 años dijo a los agentes que escuchó gritos alrededor del mediodía del lunes y que al salir vio al caimán atacando a su esposo en Slidell, un suburbio de Nueva Orleans, precisó la Oficina del Sheriff del distrito St. Tammany en un comunicado.
Según la mujer, el caimán lo tenía agarrado y estaba girando, precisó el capitán de policía Lance Vitter en declaraciones al diario The Times-Picayune/The New Orleans Advocate.
La mujer dijo a las autoridades que el caimán le arrancó el brazo al hombre, dejándolo inconsciente.
Agregó que cuando el caimán cesó su ataque, pudo sacar a su esposo del agua y fue por el botiquín de primeros auxilios. Cuando se dio cuenta de la gravedad de sus heridas, subió a su canoa y remó a una zona más alta a kilómetro y medio (1 milla) de distancia para buscar ayuda, dijo la oficina del alguacil en el texto. Cuando regresó con los agentes, su esposo había desaparecido.
La oficina del alguacil, que no identificó al hombre, dijo que utilizó vehículos para aguas crecidas y botes para tratar de encontrarlo, “pero todos los intentos han sido inútiles”.
Además, pidieron a los residentes que estar muy atentos mientras caminan por zonas inundadas, ya que la fauna silvestre, incluidos caimanes, osos negros, serpientes venenosas y cerdos salvajes, pueden haberse acercado a las zonas urbanas luego de verse desplazados por Ida.
Las tareas de rescate y el recuento de la devastación causada este domingo con la llegada a EE.UU. del “catastrófico” huracán Ida, que dejó al menos dos muertes en Luisiana, comenzaron el lunes en medio de la desolación y el corte del suministro eléctrico, que afecta a más de un millón de clientes y a toda la ciudad de Nueva Orleans.
El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo el lunes que Ida causó “daños masivos” durante una reunión virtual con los gobernadores y alcaldes de las áreas afectadas en la que anunció que unos 5.000 miembros de la Guardia Nacional se desplazaron a la zona impactada.
Biden confirmó la muerte de una persona por Ida, considerado uno de los más potentes huracanes que ha tocado tierra en el país, y subrayó que es probable que ese número aumente. Más tarde, el Departamento de Salud de Luisiana confirmó la segunda: “Lamentablemente confirmamos la muerte de un hombre que se ahogó después de que su vehículo intentara atravesar el agua de la inundación cerca de la I-10 y West End Blvd. en Nueva Orleans. El forense considera que esta muerte está relacionada con la tormenta. Esto eleva el número actual de muertes relacionadas con tormentas debido al huracán Ida a 2 en este momento”.
En el mismo sentido se pronunció el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, quien aseguró que las muertes pueden subir “considerablemente” y que el impacto “catastrófico” del ciclón supone una recuperación a largo plazo.
Mientras tanto, las primeras imágenes muestran un terrible panorama con personas en botes recorriendo calles inundadas, árboles arrancados de raíz, tendidos eléctrico caídos, destrucción en viviendas, oficinas y hospitales, cierre de autopistas debido a los escombros y corrimientos de tierras en los terraplenes.
Desde su nacimiento, la tormenta estaba destinada a convertirse en un monstruo. Se formó a partir de un aire caliente, húmedo y lleno de nubes. Se incubó en el Golfo de México, extrayendo su fuerza de un agua que estaba más cálida que lo normal.
Cuando el huracán Ida tocó tierra en Port Fourchon, Luisiana, el domingo, fue el perfecto ejemplo de un desastre provocado por el cambio climático. La feroz tormenta, de rápido crecimiento, trajo vientos de 240 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y algo más de dos metros de marea de tormenta a la parte más vulnerable de la costa de Estados Unidos.
(Con información de AP)
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