El presidente Joe Biden elogió el martes “el extraordinario éxito” de la misión de evacuación de estadounidenses y sus aliados de Afganistán, durante un discurso solemne en la Casa Blanca sobre el final de la guerra más larga de Estados Unidos.
“Ningún país ha logrado algo así en toda la historia”, dijo el presidente de Estados Unidos. “El éxito extraordinario de esta misión se debe al talento increíble, a la valentía y al coraje desinteresado de los militares estadounidenses, nuestros diplomáticos y nuestros profesionales de inteligencia”.
El mandatario demócrata advirtió a ISIS-K, el grupo terrorista que mató a 13 soldados estadounidenses en un atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, que habrá más represalias por parte de Washington.
“Seguiremos luchando contra el terrorismo en Afganistán y otros países”, dijo Biden. “Y a ISIS-K: aún no hemos terminado con ustedes”, agregó.
Las amenazas terroristas cambiaron, se expandieron a otros países, nuestra estrategia tiene que cambiar también”, agregó.
El presidente de Estados Unidos fue vehemente y defendió su decisión de retirar las tropas de Afganistán, diciendo que era de interés nacional de Estados Unidos.
“Ya no teníamos un propósito claro en una misión abierta en Afganistán”, dijo un día después de la retirada final.
“Esta es la decisión correcta. Una decisión sabia. Y la mejor decisión para Estados Unidos”, dijo.
“A aquellos que piden una tercera década de guerra en Afganistán, les pregunto: ‘¿Cuál es el interés nacional vital?’”, preguntó Biden. Y añadió: “Simplemente no creo que la seguridad de Estados Unidos mejore si se continúa desplegando miles de soldados estadounidenses y gastando miles de millones de dólares en Afganistán“.
Biden se comprometió a ayudar a decenas de ciudadanos estadounidenses que permanecen en Afganistán a irse del país si así lo desean.
“Para los estadounidenses que permanecen allí, no hay una fecha límite. Seguimos comprometidos a sacarlos si quieren salir”, dijo Biden.
Sobre cómo terminó la guerra en Afganistán, el demócrata dijo que la opción de Estados Unidos era retirarse del país o intensificar el conflicto.
“Esta decisión no es solo sobre Afganistán, es sobre terminar una era de operaciones militares para rehacer a otros países. Tratar de crear una coalición democrática, eso nunca se ha hecho en siglos de historia afgana”, dijo.
“Esa fue la elección: entre la salida o la escalada. No iba a extender esta guerra para siempre, y no iba a extender una salida para siempre”, agregó Biden.
En una declaración escrita el lunes, Biden dijo que los comandantes militares favorecían unánimemente terminar el puente aéreo en lugar de extenderlo. Además, dijo que le pidió al secretario de Estado Antony Blinken que se coordinara con socios internacionales para hacer que los talibanes cumplan su promesa de un pasaje seguro para los estadounidenses y otros que quieran irse en los próximos días.
Blinken calculó el número de estadounidenses que aún se encuentran en Afganistán en menos de 200, “probablemente más cerca de 100”, y dijo que el Departamento de Estado seguirá trabajando para sacarlos. Y anunció que la presencia diplomática de Estados Unidos se trasladaría a Doha, Qatar.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, dijo el martes sobre el esfuerzo para sacar a los estadounidenses restantes: “Es solo que ha pasado de una misión militar a una misión diplomática”. En Good Morning America de ABC, citó “una influencia considerable” sobre los talibanes para completar ese esfuerzo.
Las últimas horas de la evacuación estuvieron marcadas por un drama extraordinario. Las tropas estadounidenses enfrentaron la abrumadora tarea de llevar a los evacuados finales a los aviones y al mismo tiempo sacar ellos mismos a parte de su equipo, incluso mientras monitoreaban las repetidas amenazas, y al menos dos ataques reales, por parte de la filial del grupo Estado Islámico en Afganistán. Un atentado suicida con bomba el 26 de agosto mató a 13 militares estadounidenses y unos 180 afganos. Más murieron en varios incidentes durante la evacuación del aeropuerto.
La retirada final cumplió la promesa de Biden de poner fin a lo que él llamó una “guerra eterna” que comenzó en respuesta a los ataques del 11 de septiembre que mataron a casi 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania. Su decisión, anunciada en abril, reflejó un cansancio nacional por el conflicto de Afganistán.
En opinión de Biden, la guerra podría haber terminado hace 10 años con el asesinato de Osama bin Laden por parte de Estados Unidos, cuya red extremista de Al-Qaeda planeó y ejecutó el atentado del 11 de septiembre desde un santuario en Afganistán. Al-Qaeda ha disminuido enormemente, lo que le ha impedido hasta ahora volver a atacar a los Estados Unidos.
(Con información de AFP y AP)
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