Wall Street ha vuelto esta semana a territorio récord por el optimismo de la aprobación definitiva de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 y por el mensaje tranquilizador de este viernes del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powel, que ha anunciado el comienzo de la retirada de los estímulos.
Después de que la semana pasada el parqué sufriera su peor racha de cinco días desde junio por la inquietud ante el temor a una retirada abrupta de los estímulos de la Fed y la recurrente preocupación por la variante delta del coronavirus, el discurso de Powell este viernes ha satisfecho a los mercados.
El Dow Jones de Industriales ha ganado un 0,95 % acumulado en las últimas cinco sesiones; el selectivo S&P 500 un 1,5 % y el índice compuesto Nasdaq un 2,8 %.
Acciones europeas cierran al alza
Las acciones europeas subieron el viernes después de que el presidente de la Reserva Federal no mostró señales de que la entidad vaya a reducir su enorme programa de estímulos, mientras que el sector inmobiliario fue impulsado por la noruega Entra luego de que una importante firma entró en su propiedad.
El índice paneuropeo STOXX 600 avanzó un 0,4%, con las firmas mineras ganando un 1,9% y las inmobiliarias sumando un 1,5%.
Las alzas del día ayudaron al STOXX 600 a acumular una ganancia semanal del 0,8%, tras operar estable por varios días. Los papeles ligados a las materias primas tuvieron el mejor desempeño semanal, tras repuntar desde una fuerte liquidación.
Entra fue la más destacada del STOXX 600, escalando un 4,6% después de que su par Castellum compró un 11,8% de su participación al fondo de pensión del gobierno de Noruega.
El STOXX 600 extendió sus alzas tras los comentarios de Powell. Just Eat Takeaway.com, dueña de GrubHub , perdió un 7,5% después de que el Ayuntamiento de Nueva York aprobó una legislación para otorgar licencias a las aplicaciones de entrega de alimentos y limitar permanentemente las comisiones que pueden cobrar a los restaurantes. Just Eat fue la mayor baja porcentual del STOXX 600 el viernes.
La Fed podría reducir estímulos económicos este año
La economía y el mercado laboral de Estados Unidos se han recuperado al punto de que la Reserva Federal podría comenzar a reducir sus medidas de estímulo para fin de año, estimó este viernes el presidente de la institución, Jerome Powell.
La Fed podría reducir sus compras de bonos. Pero el titular de la Fed no planteó un cronograma preciso. Enfatizó en cambio que no hay prisa por subir la tasa de interés de referencia desde sus niveles actuales de 0-0,25%, y sostuvo que el organismo no reaccionará a presiones inflacionarias que considera temporales.
En su muy esperado discurso en el simposio anual de banqueros centrales de Jackson Hole, Wyoming, Powell dijo que a pesar del impacto de la variante delta del coronavirus, la economía estadounidense ha seguido recuperándose y mostrando un fuerte crecimiento del empleo.
Con la campaña de vacunación, muchos comercios lograron reabrir y la tasa de desempleo bajó a 5,4% el mes pasado, más cerca de su nivel de 3,5% antes de la pandemia.
Para Powell, aún le queda camino por recorrer a la economía en este apartado, y la variante delta del coronavirus añade incertidumbre. Reducir las compras de bonos mantendría todavía una gran cantidad de estímulo a la economía, explicó.
Según Powell, “aunque la variante delta representa riesgos de corto plazo, las perspectivas son de un progreso continuo hacia el máximo empleo”, uno de los objetivos de la Fed al igual que una inflación en el entorno de 2% por un período prolongado.
La recesión por la pandemia fue “la más corta” y tal vez “la más profunda de la que haya registro”, remarcó. Pero con millones de puestos de trabajo recuperados, la Fed podría reducir sus compras de activos desde su actual nivel de 120.000 millones de dólares al mes.
Cuando la pandemia golpeó de lleno a la mayor economía mundial, la Fed redujo al mínimo sus tasas de referencia para promover el crédito y el consumo, y comenzó a comprar masivamente bonos del Tesoro y títulos hipotecarios con respaldo federal para inyectar liquidez en el sistema financiero.
Temores de inflación reducidos
Powell volvió a minimizar los temores de una inflación creciente, al señalar que los cuellos de botella que aparecen en las cadenas de aprovisionamiento y presionan el índice deberían resolverse, y que los aumentos de salarios no parecen transferirse a los precios.
La inflación, que fue del 4,2% anual a julio, aunque alta, probablemente disminuya a medida que se reducen las presiones temporales, como los altos precios de los automóviles usados, señaló.
Powell advirtió que actuar para responder a las presiones inflacionarias temporales “puede hacer más daño que bien”.
“Una política inoportuna enlentece innecesariamente la contratación y otras actividades económicas y empuja la inflación por debajo de lo deseado”, explicó, al tiempo que advirtió que, ante la necesidad de más avances en el empleo “ese error podría ser particularmente dañino”.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)
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