La rama afgana del Estado Islámico (ISIS), que se autodenomina Estado de Khorasán (ISIS-K), se adjudicó los atentados suicidas registrados este jueves junto al aeropuerto de Kabul, en los que han muerto decenas de personas, entre ellos al menos doce soldados de Estados Unidos.
El terrorista “fue capaz hoy de penetrar todas las fortificaciones de seguridad” y acercarse a “cinco metros” de las fuerzas estadounidenses antes de detonar su cinturón de explosivos, dijo el brazo de propaganda del grupo yihadista Amaq, según una traducción de la agencia de monitoreo SITE.
El comunicado parecía mencionar sólo a un terrorista y una explosión. Al menos dos bombas estallaron este jueves en el aeropuerto de Kabul durante la evacuación liderada por Estados Unidos de Afganistán, gobernado por los talibanes.
El ISIS-K emergió en Afganistán en 2015 al hacerse fuerte en diferentes puntos del país y creó su principal bastión en Nangarhar, zona fronteriza con Pakistán y clave en las comunicaciones entre los dos países. Cuenta con cerca de 2.000 yihadistas entre sus filas.
Desde 2015, el llamado ISIS-K ha reivindicado alrededor de 100 ataques contra civiles en Afganistán y Pakistán, y ha protagonizado unos 250 enfrentamientos con fuerzas locales, con los talibanes y con tropas de Estados Unidos.
Doce militares estadounidenses murieron y 15 resultaron heridos el jueves en estos ataques, informó el Pentágono, amenazando con represalias.
“Varios civiles afganos también murieron y resultaron heridos en el ataque”, dijo el general Kenneth McKenzie, jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán, en una videoconferencia. “Todavía estamos calculando las pérdidas totales”.
A pesar del mortal atentado, aseguró que Estados Unidos continuará su operación de evacuación de estadounidenses y afganos fuera del país. “Permítanme ser claro: si bien nos entristece la pérdida de vidas, tanto estadounidenses como afganas, continuamos ejecutando la misión”, dijo, “que es sacar de Afganistán a la mayor cantidad de evacuados y ciudadanos”.
McKenzie también señaló que esperaba que los militantes de ISIS intentaran más ataques.
El general dijo que dos atacantes suicidas habían detonado explosivos cerca de Abbey Gate, la puerta principal de ingreso al aeropuerto de Kabul, y en el cercano Baron Hotel. Además, señaló que varios hombres armados de ISIS abrieron fuego contra civiles y fuerzas militares.
“Estamos preparados para tomar medidas contra ellos”, aseguró McKenzie, al afirmar que las fuerzas estadounidenses están “preparadas y listas para defenderse” de posibles nuevos ataques de ISIS.
Está previsto que las evacuaciones desde el aeropuerto de Kabul finalicen 31 de agosto con una retirada completa de las tropas estadounidenses de Afganistán tras 20 años de guerra.
Con información de AFP y EFE
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