Los funcionarios de salud de Estados Unidos han reconocido que más de 1 millón de estadounidenses recibieron dosis adicionales de la vacuna contra el coronavirus antes de que se autorizara para las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Aproximadamente 1,1 millón de personas que recibieron las vacunas Moderna y Pfizer de dos dosis recibieron al menos una dosis adicional por su cuenta. Aproximadamente 90.000 personas que recibieron la vacuna Johnson & Johnson de inyección única recibieron al menos una más, dijeron el viernes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Este aviso llega cuando medios locales ya habían destapado que algunas personas en Estados Unidos se están aprovechando de la falta de controles rigurosos para recibir una tercera dosis sin que esté aprobado ni recomendado por las autoridades.
No se sabe cuántas de las personas que recibieron dosis adicionales están inmunodeprimidas. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó esta semana una dosis adicional de las vacunas Pfizer o Moderna en personas con sistemas inmunológicos debilitados para protegerlas mejor del virus.
Se trata, según este ente regulador, de un “grupo pequeño” de gente, formado por receptores de trasplantes de órganos o “aquellos a quienes se les diagnostica condiciones que se considera que tienen un nivel equivalente de inmunodepresión”.
La FDA enmendó así sus autorizaciones de emergencia para estas dos vacunas, que aún no están formalmente aprobadas aunque se utilizan desde diciembre de 2020, para que pueda administrarse esta tercera dosis.
“Después de una revisión exhaustiva de los datos disponibles, la FDA determinó que este grupo pequeño y vulnerable puede beneficiarse de una tercera dosis de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna”, indicó la comisionada interina de la FDA, Janet Woodcock.
Esta funcionaria citó la nueva ola de la pandemia que está afectando a Estados Unidos y el “riesgo particular de contraer una enfermedad grave” que corren las personas inmundoprimidas dada su capacidad reducida de combatir infecciones.
Para el resto de personas fuera del grupo de las inmunodeprimidas y que están vacunadas con la pauta completa, la FDA subrayó que siguen “adecuadamente protegidas y no necesitan una dosis adicional de la vacuna COVID-19 en este momento”.
Estados Unidos se une así a otros países europeos e Israel que han anunciado que en las próximas semanas empezarán a administrar una tercera dosis a población de riesgo.
Eso pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió la semana pasada a los países ricos una moratoria global a una tercera dosis para que haya vacunas suficientes para inmunizar a al menos el 10% de la población de cada país y proteger así a quienes están en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave y morir.
Según los datos oficiales de los CDC, un 59,2% de los estadounidenses ha recibido al menos una dosis de alguna de las vacunas, y un 50,2% la pauta completa.
Se trata de unos porcentajes bajos para un país que cuenta desde hace meses con vacunas suficientes para toda su población pero que se ha topado con escepticismo y rechazo por parte de algunos sectores, especialmente minorías raciales y conservadores.
Hasta la fecha, han muerto de COVID-19 en Estados Unidos 619.093 personas y se han contagiado más de 36 millones, de acuerdo al conteo independiente de la Universidad Johns Hopkins.
(Con información de AP y EFE)
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